Opinión

Se alza el telón

Es en otoño cuando la rueda dentada del tiempo que empieza a rodar ajusta el período competitivo del COB al ciclo agrario de las semillas, los frutos y las cosechas. Tiempo de esperanza como motor imprescindible -"los que miran hacia atrás solo ven polvo" que dice la canción- para poder avanzar en una competición donde los modestos han progresado técnica/tácticamente y la excelente preparación física de todos los equipos ha igualado las fuerzas. 

"No triunfamos ni fracasamos por una cuestión de fortuna o suerte". Aprendizaje de la vida para aquel niño -Thanh Nguyen (El Simpatizante)-  a quien su madre intentaba guiar por el camino del esfuerzo- "Vas a trabajar más duro que todos, estudiar más y vas a ser mejor que todos ellos". Debía saber que "triunfamos porque entendemos como funciona el mundo y lo que tenemos que hacer y fracasamos porque otros lo entienden mejor que nosotros". Ante la dificultad no cabe otro método y si alguien domina el arte del esfuerzo ante la desconfianza circundante, ese es el COB. Algo se avanzó en ese sentido.   

El propio técnico, Gonzalo García de Vitoria, reconocía que se había podido para acometer una pretemporada al uso. Siempre, todo hay que decirlo, dentro de unos límites económicos. Y es que el presupuesto completa, en su justa medida, el círculo del conocimiento del equipo.

Disposición ourensana en una competición donde el juego interior recupera la mayor preponderancia que le corresponde y parecia haber perdido. Con la vuelta al mercado americano -ya sea por origen o formación de los jugadores- y todo lo que representa de espectáculo, 

Y una primera mención para Lamont "Junior" Robinson (22 años/165cm) que mira la NBA, siguiendo la estela de otros "bajitos" como Muggsy Bogues (160 centímetros) o Spud Webb (170 cm), ganador de un concurso de mates en la mejor liga del mundo, y tras destacar en la Summer League de Las Vegas con los Atlanta Hawks.

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