Gonzalo García de Vitoria, desde la discreción, se las ha vuelto a ingeniar para configurar un buen equipo. "Capaz de competir y atractivo para la grada" a su interpretación. Siempre que se disponga desde la defensa y a campo abierto, lo que ante Breogán no pudo ser. ¿Defensa? En la segunda parte y con Ndoye como revulsivo. Correr no le dejaron. De salida, el partido se planteó en ataque. En la medida, por parte del Rio Ourense, que Rokas Uzas, desde fuera, y Daniel Trist, por dentro, pudieron competir ante un Breogán sobrado de banquillo y mayor equilibrio en su juego.
Quizá sea el peaje a pagar en el tránsito de meritorio a avezado. Un cambio de rol o responsabilidad que es lógico acusaran los jóvenes jugadores del COB. Debutantes la mayoría y que a buen seguro irán creciendo con el desarrollo de la competición. No es tanto problema de fundamentos individuales como lo puede ser de estructura colectiva. Lo que viene dado más por las limitaciones económicas que otro cosa. Y es que un buen "center" está al alcance de muy pocos equipos y no es el COB uno de ellos.
Por otra parte defender es querer y lograr el equilibrio preciso cuestión de mostrar un mayor ingenio táctico y en esto el técnico ourensano es un buen maestro. Ni lleva transcurrido el tiempo suficiente ni tampoco los entrenamientos necesarios como para alcanzar el grado de entendimiento preciso.
Por lo hecho hasta ahora, Gonzalo García de Vitoria se merece todos los respetos. Siempre fue capaz de mantener el rumbo y la coherencia con los plazos de sus objetivos. Y seguro que lo volverá hacer. ¡Y mira que se lo ponen cada vez más difícil!
