Opinión

Tres juezas

Seguro que a usted no le ha pasado desapercibido que quien tomó la decisión de mantener sentada en el banquillo a la Infanta Cristina fuesen tres mujeres, tres juezas. Aunque algunos(as) puedan pensar que este hecho es una mera coincidencia, lo cierto es que no lo es tanto. La judicatura en España abrió sus puertas a las mujeres hace tan solo 50 años, antes las togas sólo las portaban los señores.

Sin embargo, en este mundo tan varonil, las mujeres realizaron –y lo continúan haciendo- un sprint que las ha llevado a recuperar buena parte del tiempo perdido por la funesta discriminación histórica. Felizmente, en este medio siglo, la tortilla se dio la vuelta y, hoy por hoy, de todos los jueces españoles repartidos por las cuatro esquinas del Estado el 70% de las togas son femeninas. Las facultades de Derecho están dominadas por chicas. En Galicia, sin ir más lejos, la relación de los nuevos jueces que acceden a la judicatura fue de 8 mujeres por un hombre en el 2014.

Con estas estadísticas no resulta nada extraño entender que sean tres mujeres las que hayan tenido que asumir la delicada tarea de decidir si juzgar o no a la hermana del Rey, en uno de los juicios más polémicos o, al menos, más mediáticos de la historia de España.

Sin embargo esta aplastante mayoría femenina en los tribunales desaparece a medida que vamos escalando en la pirámide jerárquica de la judicatura. En el Tribunal Constitucional sólo ha habido cinco magistradas en su medio siglo de historia. En el Tribunal Supremo, más de lo mismo: de doce miembros sólo dos nombres son femeninos y esta es la regla que se repite en los más altos cargos de las instituciones judiciales.

No sorprende pues que al tiempo que las tres juezas del caso Nos decidieran mantener a la Infanta en el banquillo, otro grupo de mujeres juristas constituyeran la Asociación de Mujeres Juezas de España, AMJE. Esta nueva organización se ha estrenado con una jornada bajo un título que más parece un lema de campaña: “No hay Justicia sin Igualdad” que ha reunido en Madrid a mujeres provenientes del mundo judicial, como la presidenta del Observatorio contra la violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial, Mª Ángeles Vergara, pero arropadas también por nombres propios femeninos de otros ámbitos como la cultura o la política.

La nueva asociación está compuesta por doce magistradas de distintas jurisdicciones y procedencias geográficas con el objetivo de conseguir un acceso igualitario a la justicia y reivindicar mayores cuotas femeninas en los puestos de decisión de la justicia.

A veces la historia avanza con pasos dubitativos, incluso en los órganos responsables de legislar sobre los derechos básicos e universales de los ciudadanos. La judicatura tardó en abrir sus puertas a las mujeres y sin duda esta entidad ha sido la primera en beneficiarse de esa apertura, ahora queda abrir completamente todas las puertas a los puestos de responsabilidad para que la justicia cumpla con su cometido: ser justa.

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