Sabía usted que la FIFA también concede un Balón de Oro a la mejor futbolista femenina?
Imagino que el evento no será transmitido en directo por ninguna cadena de televisión, ni que estaremos hablando durante semanas de los modelitos de los jugadores y de sus novias, pero el galardón existe.
Yo lo desconocía, aunque reconozco que mis conocimientos en materia futbolística son más bien escasos.
Tampoco sabía que Verónica Boquete, la joven santiaguesa jugadora de fútbol, estaba en el grupo de vanguardia para optar a quedar entre las finalistas. Ahora ya es una de las diez elegidas para conseguir el preciado galardón y este logro tiene mucho mérito y significado.
En primer lugar porque es la primera jugadora española nominada al balón de oro de la historia y eso, en un país donde el fútbol femenino no es profesional, es un hito. Cuando vemos las enormes cantidades de dinero que manejan los equipos masculinos y el marketing que les acompaña, este éxito adquiere más importancia si cabe.
En segundo lugar porque Verónica ha conseguido situar a la selección española entre las mejores del mundo. Y por último, porque la joven gallega ha hecho todo esto en el deporte de mayor arraigo popular y, sin duda, el más férreamente masculino. Algunos aficionados al fútbol -incluso periodistas deportivos- la comparan a Iniesta. Ella lo tiene claro, ni Messi ni Cristiano deben ser los referentes para el fútbol femenino. Lo decía seguramente sin darse cuenta de que al hacerlo se estaba convirtiendo ella misma en el modelo a seguir por muchas chicas.
La clave en este sempiterno camino hacia la igualdad no está en emular las proezas masculinas. Ya pasaron los tiempos en que para ser una mujer ejecutiva había que enfundarse en un traje chaqueta y poner cara agresiva y de pocos amigos. La igualdad supone reconocer que la mujer aporta una manera distinta de hacer las cosas y que debe completar la particularidad masculina, no copiarla. Verónica, con sus escasos 25 años, ya lo sabe y eso es un gran mérito.
El próximo 1 de diciembre sabremos quién se lleva el balón de oro a la mejor jugadora de fútbol del año. Lo consiga o no, ella ya se ha ganado un trocito en la historia del deporte femenino y, lo que es aún más importante, se ha convertido ya en el espejo en el que mirarse de muchas chicas que también quieren tocar balón.
