Opinión

Una caminata por los castros de Trelle

Los castros de Trelle es como se conoce a ese  que podía ser como un parque Natural con una masa forestal en la que priman los pinos de repoblación, y por los numerosos valles discurren como aprendices de regatos donde ya se ven abedules, sauces y algún otro árbol ripícola; allí convergen cinco municipios : A Merca, San Cibrao, Barbadás, Toén y Cartelle, algunos hasta la misma cima del Castro a 635 metros, que se remata en una torre metálica de vigilancia de incendios. Una masa forestal que entrecruzan docenas de pista de tierra y donde se ubica la más importante de las bases de helicópteros y destacamento contraincendios. Dista de la ciudad 16 kilómetros. Escasos paseantes por las pistas que son hoy la meca de todo ciclista de montaña que se precie. A estos montes, de pequeños los asociábamos con las maniobras de aquellos soldaditos de alparagata que venían desde O Cumial y del cuartel de San Francisco para pegar  unos tiros o lanzar una granadas allá en plena naturaleza, a cubierto de cualquier vecindad poblacional.

En un radio de 5 km. no se halla habitación humana por lo que se convierte como a modo de pulmón sobre todo por su abundantísima masa boscosa. Los castros están rodeados como si de sanitario cordón se tratase, de los pueblos de Loiro, Bentraces, Sobrado, Toén, Trelle, Xestosa, Teixugueiras, Sabucedo, Lamas de Outeiro, Pereira,  Manchica, Parderrubias. Un castro inexcavado coronaba la cima, que  nombre ha dado al lugar y la proximidad de la aldea, acaso la más metida en el monte. Muchas rutas podrían hacerse por aquí, incluso podemos perdernos, pero que teniendo referencias de dónde salidos, con una simple brújula retornaremos al lugar de partida.

LOIRO-ALTO DO CASTRO

Os voy a  proponer partiendo desde Loiro, para subir al castro, rodear el monte en una marcha de como 12 ó 15 km. que se podrían ampliar a voluntad. Aparcaremos en la misma plaza de este pueblo que tiene una iglesia con elementos románicos, dedicada a San Martiño y uno recuerda a esos vecinos, Pedro Crestelo que fue comisarío de policía, a sus hijos Manolo y Mariluz, y también a sus consorte Emilio Rial, director general de Coren, y a Aurelio, oficial que fue de notarías. En dirección sur atravesaremos por donde la iglesia, accediendo al tanatorio multiusos, también y en pocos minutos atravesaremos bajo la umbría de un robledal y un pinar, dando en asfaltada que circunvala la aldea y metiéndonos por donde un poste indica los Caminos de San Rosendo, que desde allí  21 km a Celanova, cuando por carretera serían 17 ó 18. Una estrecha corredoira entre carballos que forman un bosque o carballeira incrustada entre el pinar, proporcionando permanente umbría aun con el deshoje. Esta hermoso y ahora alfombrado sendero ente muros se muere en poco más de un km. en una térrea pista que debemos tomar a derecha y continuar de frente cuando enlace con otra.  Discurrimos por la ladera sureste de este pequeño y alombado macizo por térreas pistas siempre, cuando pasamos bajo el tendido de alta tensión curveando una y otra vez por estas laderas dentro del municipio de A Merca y Cartelle, rodeados casi siempre del pinar con alguna concesión a algún alcornoque, y a algunos abedules cuando enfrentamos la subida hacia la torreta ya por más amplia pista en dirección nordeste, cuando accedemos a la torre metálica, mirador donde hace muchos años subíamos por su interiores escaleras y nos asomábamos a sus barandillas para contemplar una amplísima panorámica; luego le echaron un candado y ya no se podía penetrar en su interior. La verdad es que en esa caseta apetecía hacer como un vivac que nunca haríamos.

PEDRA ALTA-A VACARIZA

Bajando por pista en el cruce de dos en direcciones opuestas, pasaremos delante de la base de helicópteros y de brigadistas contraincendios de Pedra Alta, que es una piedra hallada, me parece que no datada, que forma parte de acerbo cultural de aquellos altos. Tomaremos en dirección norte para ver la ciudad desde estas lomas transitando en apacible marcha y en descenso, siempre por forestales pistas, siguiendo la dirección del mapa, o si se quisiere podría accederse a Sobrado por la rua Outeiriño o a Bentraces bajando cabe al desusado campo de fútbol y su capilla de San Benito, y el más usado abajo por el Bentraces. donde aun recuerdo algún festejo allá por el San Benito cuando Pepe Pola, un vecino carpintero que luego se establecería con muebles de cocina y Antonio Xilgueiro, que pronto taxista o a Mero, también con mueblería, o José Cid, sastre asentado a las puertas de la ciudad. Son recuerdos que uno revive al paso por estas aldeas.

Se pondrá fin al periplo en el que a voluntad podrán incrementarse la distancia con algún riesgo de despistarse en ese dédalo de las casi cien pistas de los Castros, aunque tomando una dirección siempre irás a caer a alguna de las aldeas referenciadas, que aún mantienen población y visible, porque la mayoría parecen desiertos, por la despoblación.

Un más paseo que marcha con pocos desniveles que nos adentrarán en ese desconocido parque de los Castros de Trelle, mas de caminantes que hoy de bikers o ciclistas de montaña.

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