Por encima de todo ha sido un partidazo. En un partido en que los dos equipos han hecho grandes defensas, el marcador ha sido muy alto. Eso habla del enorme nivel del Real Madrid y del Valencia. El Valencia ha competido a máximo nivel jugando tres días consecutivos y el Real Madrid venía de jugar dos prórrogas. Ha sido un partido muy divertido y que demuestra que la ACB está muy viva.
Los finalistas son dos equipos que son ejemplo para todos los demás que estamos por debajo.
El Real Madrid ha llevado la iniciativa en el marcador y ha conseguido canastas de muchísima calidad y de mucho talento. Ante eso lo más fácil es que acabes cayendo en la precipitación y el Valencia ha sido exactamente lo contrario. Ha tenido paciencia y ha remontado cada vez desde un buen baloncesto. El Valencia ha tenido un gran equilibrio interior y exterior y además ha creado muchos problemas con el rebote ofensivo, que ha sido clave para ellos. Destacaría a Dubljevic, a Oriola y también a Sastre. Lo que consigue el Valencia es muy complicado. Rota a 12 jugadores.
Todos juegan poco pero lo hacen al máximo nivel y eso es porque creen en lo que están haciendo.
En el último cuarto ha habido canastas clave de Carroll, Randolh y Llull pero aún así el Valencia ha tenido una última oportunidad de ganar el partido. En el Real Madrid hay jugadores que son claramente de NBA, pero no por estar. Serían importantes en los mejores equipos.
