Opinión

Tajada y cupo

En el Gobierno Vasco no se cortan un pelo al reconocer que el PNV apoyará los Presupuestos del Gobierno Rajoy porque han conseguido sacar tajada. Y de las gordas ¡nada menos que 1.400 millones de euros! que vienen a redondear las ventajas del Cupo. La "paz fiscal" para quince años en palabras de Josu Erkoreka y con la alta velocidad llegando a Bilbao en el 2025. El PNV bajo la batuta del tándem Urkullu-Ortuzar barre para casa y hay que reconocer que lo hacen bien.

Mientras el Cupo tenga el respaldo constitucional que tiene habrá que respetarlo. Cosa diferente es subrayar lo que supone de desventaja para el resto de comunidades del Reino de España con excepción de Navarra que también disfruta de su Régimen Foral.

Por lo demás, en sus políticas sociales y de apoyo a la industria, el Gobierno Vasco acredita más aciertos que otros porque Euskadi es la región española con menor índice de desempleo y con niveles de bienestar superiores a los de la media nacional. Al PNV no le va a suponer quebranto político alguno apoyar a un Gobierno acorralado por los casos de corrupción. Este partido tiene una larga trayectoria en la que el pragmatismo ha sido una de sus constantes. Los veteranos del lugar todavía recuerdan que Xabier Arzalluz, pese a su fama de ogro nacionalista, apoyó a José María Aznar aportándole el aval (junto a Jordi Pujol, por cierto) que permitió al adusto líder popular salvar la precariedad parlamentaria de su primer mandato para posteriormente, en 2000, lograr mayoría absoluta.

En paralelo, así que llegaba el Domingo de Resurrección, en cada Aberri Eguna, seguían despotricando contra Madrid y reclamando la independencia. Que no sepa tu mano izquierda lo que firma la derecha. A su manera, no entran en contradicción alguna.

Bien diferente es el caso de Ciudadanos, el principal apoyo con el que cuenta Mariano Rajoy para sacar adelante los Presupuestos, un partido que por boca de su líder, Albert Rivera, ha repetido una y otra vez que el Cupo vasco es un privilegio que a corto plazo había que acotar y a medio plazo -vía normativa europea- tocaba suprimir. Sabido el precio a pagar por el apoyo del PNV a los Presupuestos ,¿qué dirá el ciudadano Rivera? ¿Retirará el apoyo al Gobierno o se apuntará también al pragmatismo? Creo que no habrá sorpresa.

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