Opinión

A veces llegan cartas

Este es el título de una canción que suelen interpretar a menudo en sus recitales dos grandes cantantes melódicos nacionales, Raphael y Julio Iglesias, en la que se narran los perjuicios y beneficios que para el amor tiene la distancia que se trata de salvar mediante la correspondencia epistolar. Mariano Rajoy y Carles Puigdemont se han escrito en estos días pasados para certificar lo alejadas que están las posiciones de uno y otro respecto a la posibilidad de que se autorice un referéndum de autodeterminación en Cataluña. “A veces llegan cartas/ con sabor amargo,/con sabor a lágrimas”./…
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ras el encuentro “discreto” que mantuvieron ambos representantes del Estado en la primera quincena del pasado mes de enero, que se saldó sin avances en las pretensiones de ambos, las relaciones entre ambos se han circunscrito a su coincidencia en algunos actos oficiales y a alusiones de pasada, y a la “operación Diálogo” encomendada a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría que ha mantenido más reuniones con su homólogo catalán, Oriol Junqueras, pero que tampoco han producido avances. Ante la obviedad de que una reunión al máximo nivel no supondría ningún salto adelante dado el encastillamiento de las posiciones, Puigdemont ha recurrido a enviar una misiva para dejar constancia por escrito de su deseo de desconexión por una u otra vía, mientras que Rajoy hacía hincapié en que autorizar el referéndum supondría “hurtar de sus derechos al conjunto del pueblo español y, por ende, a los catalanes”. “Son cartas que te dicen/ que al estar tan lejos,/ todo es diferente.”…

En el cruce de cartas ambos se recuerdan las veces que han manifestado en público y en privado sus posiciones irreconciliables, la voluntad de celebrar el referéndum sobre la base de la legitimidad de las decisiones adoptadas por los representantes catalanes como ha expuesto el presidente catalán, y la imposibilidad de aceptar esa propuesta por parte de Rajoy, porque ninguno de ellos tiene “ capacidad de negociar sobre aquello de lo que no disponemos”, por cuanto sus decisiones están limitadas por “el respeto a la soberanía nacional y al Estado de Derecho que rige en nuestro país”. “Son cartas que te hablan/ de que en la distancia, /el amor se muere”.

Mientras que la oferta de diálogo de la carta de Puigdemont que llegó a La Moncloa iba acompañada de dos documentos en los que se abunda en la celebración  del referéndum, la respuesta de Rajoy hace hincapié en que los acuerdos  entre ambas administraciones ha reportado beneficios a los catalanes y le recrimina su curiosa concepción del diálogo político cuando lo acompaña de la amenaza de una declaración unilateral de independencia “para el caso de no ser satisfechas sus pretensiones” y para lo que prepara una serie de medidas que suponen “la liquidación absoluta de nuestro orden constitucional”. “A veces llegan cartas/que te hieren dentro,/ dentro de tu alma.”…

La carta de Mariano Rajoy concluye con un llamamiento al sentido común, a recuperar planteamientos que no generen “desencuentro y frustración” y se ajusten al marco de convivencia. También la canción de Raphael toma derroteros optimistas en su segunda parte. “A veces llegan cartas/con sabor a gloria,/llenas de esperanzas.”… Ojalá las traiga el cartero.

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