Opinión

La clave es prescripción

Después e muchas expicaciones, de mucha insistencia en que todo lo hizo bien, que cumplió las especificaciones de la Universidad y todos los requisitos, en un momento dado de su comparecencia de ayer, el presidente del partido Popular, Pablo Casado dijo la palabra clave en todo este asunto del máster presuntamente obtenido de manera fraudulenta: prescripción. " Es un curso de hace diez años por unas supuestas irregularidades que en cualquier caso estarían prescritas". Un término que cuando judicialmente sale adelante es, como en el anuncio televisivo, un algodón mágico que lo limpia todo, o al menos  lo tapa todo. Si hay prescripción no hay responsabilidad penal aunque la haya habido. 

A la vista de las declaraciones y negativas a declarar de alunas de las personas que están incursas en este procedimiento, de la aparición y desaparición de trabajos que no han podido ser analizados una juez de instrucción de Madrid ha decidido elevar al Supremo la causa sobre este asunto en el que aprecia supuestas responsabilidades penales del diputado nacional y por tanto aforado Pablo Casado, que se ha comprometido a colaborar con la justicia y aportar todo los elementos probatorios que se le demanden.  

En los cuatro meses que este asunto del máster de Casado colea en los tribunales es evidente que quien corresponda habrá estudiado hasta el último recoveco del caso, bien para que  pueda salir airoso y sin ser investigado y mucho menos procesado, y habrá trabajado mucho sobre las figuras de la prevaricación y el cohecho impropio de las que se le acusa para exculpar a quien en aquellos momentos era ya presidente de Nuevas Generaciones y diputado en la Asamblea de Madrid pero sin mando en plaza.

Solo en ese sentido de tener  bien atada la defensa de Casado, bien por inconsistencia de las acusaciones o bien por la prescripción se entendería su decisión de presentarse a presidir el PP y luego ganar el envite. Habría sido una irresponsabilidad mayúscula haber sometido a uno de los dos principales partidos nacionales a una tensión extrema para luego verse obligado a dimitir, aunque de entrada lo ha descartado basándose en los principios establecidos por el propio partido para pedir la cabeza de uno de sus miembros.

No obstante, algunas de las explicaciones de Pablo Casado acerca de la obtención del máster  entran en flagrante contradicción con la exposición de motivos de la jueza de Madrid porque lo que se trata de dilucidar no es si el título era o no habilitante o si era un título finalista, si lo colgó o no de la pared, si lo exhibió o lo utilizó para su trabajo -Casado es político profesional-.  sino la forma en la que se obtuvo, si hubo fraude por recibir un trato de favor por un organismo vinculado a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid que está bajo sospecha.

Ell preisdente ddel PP no solo ha echado mano a todos los recursos habituales para buscar su exculpación sino que ha recurrido a otro de los ardides más viejos en política, poner el ventilador y levantar sospechas acerca de que Pedro Sánchez también podria tener un máster obteniidode forma irregular. Si su deseo es poner en circulación el 'somos todos igual' es una opción. Pero la buena es elevar sus dudas a un juez.

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