Opinión

Consideraciones históricas

Pretendo ser imparcial y no posicionarme con argumentos subjetivos sobre el conflicto catalán. Para conseguirlo, recojo una serie de acontecimientos históricos y los expongo para que sea el lector quien saque las conclusiones que considere oportunas. 

La línea del Óder-Naisee marca la frontera entre Polonia y Alemania, fue definida el dos de agosto de 1945 cuando la Unión Soviética trasfirió territorios alemanes a Polonia, hecho refrendado internacionalmente el l6 de agosto del mismo año.

Alsacia y Lorena. Tratado de Fráncfort (18 de mayo de 1871). Estas regiones francesas pasan a ser territorio alemán como consecuencia de la derrota de Francia en su conflicto con Prusia. Posteriormente, en 1918, debido a la derrota del imperio alemán en la Primera Guerra Mundial, un movimiento insurreccional declaró la República Independiente de Alsacia y Lorena. La invasión de las tropas francesas acabó con ese breve sueño (11 días) independentista. 

Conferencia de Helsinki (de 3 de julio de 1973 a 1 de agosto de 1975), gran parte de las reuniones tuvieron lugar en Ginebra. Entre los acuerdos adoptados figuran la inviolabilidad de las fronteras y la integridad territorial de los estados (entre los países firmantes figuran España, Yugoslavia, Checoslovaquia y la URSS).

Declaración Universal de los Derechos Humanos (año 1948): “Artículo 15.- Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. A nadie se le privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad”. Se abstienen, entre otros, Checoslovaquia y Yugoslavia. Es de destacar que no figura en dicha declaración el derecho de autodeterminación, que sí figura en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. 

14 de diciembre de 1960: aprobación en la ONU de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (Carta Magna de la descolonización). En cualquier caso se refiere a los pueblos sujetos a denominación extranjera.

25 de junio 1991: empieza la disolución de Yugoslavia. En 15 años de conflictos armados un solo estado queda dividido en siete nuevos (Bosnia Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Serbia, Montenegro, Macedonia y Kosovo (este último no reconocido por España). Los conflictos bélicos produjeron miles de víctimas.

1 de enero de 1993: se produce la división de Checoslovaquia (el “Divorcio de Terciopelo”) en dos nuevos estados: R.S. Checa y R.S. Eslovaca. La división se hace de forma pactada, con la indiferencia de los ciudadanos de ambos países. En el año 2018 están previstos referéndums sobre la nueva unificación; se elige esa fecha por ser el centenario de la creación de la vieja Checoslovaquia

Pueblos y naciones sin estado. Son docenas los pueblos que han quedado adscritos a estados diseñados en procesos de descolonización, fundamentalmente en el continente africano. Este hecho ha provocado terribles matanzas entre etnias tribales y situaciones de inestabilidad permanentes. También existen naciones que aspiran a constituirse en estados, como son los kurdos, los chechenos, los saharauis, los ibos, los tártaros o los tamiles.

 Desde 1846 (independencia de Liberia) en el mundo se han producido más de cincuenta referéndums de autodeterminación, casi todos precedidos por negociaciones entre las partes. Sólo ha ganado el no en ocho ocasiones y no ha sido reconocido el si en catorce. 

En un mundo cambiante, son los sentimientos del pueblo instrumentalizados por intereses económicos los que determinan, antes o después, el destino de los territorios. En muchas ocasiones las referencias históricas se utilizan de forma sesgada para usar argumentos que justifiquen reivindicaciones emocionales. Sin embargo, es incuestionable la torpeza interesada de Mariano Rajoy que siembra de independentistas los campos de España, especialmente en Cataluña, y las mentiras de Puigdemont, tratando de manipular al pueblo catalán.

En democracia solo el diálogo puede solucionar conflictos políticos. Lo demás dejémoslo a los historiadores.

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