Asombroso!, repetía una y otra vez el sesudo crucigramista. “Este crucigrama es enigmático, soy incapaz de resolverlo; las preguntas y definiciones parecen responder a un mensaje cifrado, sin duda he fracasado en su resolución. Le he dado mil vueltas y no he acertado ni una. Por ejemplo: ‘País adalid de los derechos humanos que ha sometido a otros países cuando no le agradaban sus gobiernos’, tiene tres letras. O ‘¿Cómo se denominan las naciones mamporreras de un país hegemónico?” Una de las más difíciles tenía el siguiente enunciado: “¿Cómo robar dando una limosna?” Una tras otra las definiciones que no pudo descifrar eran: ¿Cómo ser un traidor a juicio de unos delincuentes? ¿Cómo convocar a las masas para defender la patria herida de muerte por un relator? ¿Cómo solucionar un conflicto territorial sin dialogar? ¿Qué líder justifica la muerte de inocentes en la frontera de su país? No siguió leyendo ante las dificultades encontradas y el horror de las posibles respuestas. El crucigramista decidió cerrar el periódico y romper el crucigrama.
Decidió leer la prensa. España en peligro, los enemigos seculares de la patria han unido sus fuerzas para romper la unidad del imperio. La nación llama a sus hijos al sacrificio. Una conjura judeo-islamista-comunista-masónica-socialista-sexista-nacionalista tiene como objetivo acabar con la nación más antigua del planeta. No se puede permitir que nuestra historia caiga en manos de anarquistas, terroristas y rupturistas que mancillarán nuestro sublime blasón. Ha llegado la hora de la reconquista de los valores patrios que forjaron el imperio más importante que ha tenido la humanidad. ¡Tomad las calles, plazas, jardines, avenidas y bulevares!, expulsad a los traidores, la felonía no tiene perdón! ¡Viva Felipe II! ¡Viva Franco!.. .¿Lo que estamos viviendo es una pesadilla? ¿Es la ira de la derecha más reaccionaria de la UE? ¿O es la incapacidad de hacer política en un país moderno y progresista? La caza ha comenzado. Tal vez lo esté imaginando todo
Los electores esenciales reclaman su porción de la tarta, los que controlan el poder económico están desconcertados, los influyentes claman en un desierto abrasador. Quien a hierro mata, a hierro muere. Injerencias injustificadas, espurios liderazgos, revoluciones controladas… cárceles de papel. Todo gira, todo fluye, ha pasado y puede volver a pasar.
El crucigramista se aburría, era incapaz de pasar el tiempo sin hacer el crucigrama, decidió buscar las claves de las preguntas sin solución. Observó el devenir de los acontecimientos y un copioso llanto brotó de sus ojos. Se dio cuenta de su incapacidad para interpretar los textos del mundo actual y esa terrible realidad lo sumió en una profunda depresión. Decidió esperar. A la madrugada del día siguiente acudió al kiosco a comprar el diario; nervioso, buscó las soluciones del crucigrama del día anterior y una vez leídas comprendió la futilidad de la historia. Y una sonrisa iluminó su rostro.
