No será por no haberlo dicho por activa y por pasiva desde que el gobierno de Zapatero congeló las pensiones, y no fui el único, e incluso dijimos que todo empezó con el famoso "Pacto de Toledo", que supuso el primer paso para perder poder adquisitivo de las personas que trabajaron 34-40 años cotizando puntualmente un tercio de su salario. Así que tras dar a la Administración una parte de su salario para poder vivir con dignidad los últimos años de su vidas, al jubilarse se han encontrado que ese dinero no existe. ¿Alguien sabe dónde se gastó? Se buscan soluciones que lo que consiguen es que sean los más perjudicados en estos últimos decenios. Para ellos no importa el IPC, pueden "arreglarse" con menos, y así un año se congelan, otros suben por debajo y, lo último, sea cual sea su aumento, es el 0,25%, ¿se pararon a pensar lo que significa ese incremento para la pensión que perciben?
Si es que los jubilados son capaces de sobrevivir, perderán siete puntos de poder adquisitivo en 10 años (añadidos a los que ya perdieron) al subir las pensiones el 0,25% hasta 2022. Es lo que expresó el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, en la comparecencia que tuvo en la comisión del “Pacto de Toledo” en el Congreso de los Diputados. Los alimentos básicos suben por el "clima", por la misma razón la electricidad y consecuentemente la ropa de vestir o de abrigarse en cama para no enfriarse, para comer… Aún les queda el orgullo de privarse de lo más elemental y darles algo a sus hijos y nietos, y así poder sentirse orgullosos. Fuera de ahí muy poco encontrarán. El "ritornelo" sobre las pensiones es el mismo desde el famoso "Pacto de Toledo", cumpliéndose que algo repetido se convierte en una verdad, aunque no lo sea.
El día 14 de febrero, uno de los impulsores del mencionado pacto, Felipe González, en el foro “El sistema público de pensiones: aportaciones a un debate” señalaba que le "inquieta" quienes sustentan que el sistema de pensiones está garantizado y subrayaba que estas afirmaciones carecen de fundamento y quienes las defienden pretenden "vender una mercancía averiada, con otros propósitos". Y por si fuera poco, el IPC sigue subiendo, y la caja de las pensiones está vacía.
