Opinión

Cyborg, un avance

Todo se inicio con la implantación en humanos de aparatos que les permitían realizar ciertos movimientos. Se les denominó exoesqueletos, cuyo nombre proviene del que reciben los esqueletos externos que recubren, protegen y soportan el cuerpo de un animal u hongo. Aquí en Galicia, la fábrica PSA en Vigo está realizando pruebas de exoesqueletos que ayuden en los puestos bajos de la cadena de montaje. En una dirección similar encontramos lo descubierto por científicos de Lausana, que les ha permitido crear hilos inteligentes que ya se utilizan en sensores en dedos y ropa robóticos, hasta ahora solo son capaces de detectar pequeños cambios de presión y tensión al contactar, lo que abre un camino a nuevos sensores realizados con material textil inteligente y proporcionar parámetros para conocer la salud. También en Auckland (Nueva Zelanda) ha desarrollado un exoesqueleto robótico de Rex Bionics, que funciona con motores maxon que van integrados proporcionando a las extremidades un movimiento uniforme.

Aunque se sigue utilizando para ciertas prótesis el nombre de exoesqueletos, con el avance que estamos asistiendo ya se confunde con un “cyborg”, nombre que utilizaron por primera vez los profesores Manfred E. Clynes y Nathan S. Kline como humanos o no que pueden sobrevivir en entornos extraterrestres. Proviene de “cyber” (cibernético) y “organism” (organismo), por lo que en español es conocido por “ciborg”. Hoy en día se aplica a todo ser que puede realizar su vida por medio de elementos orgánicos y dispositivos cibernéticos.

Como en otros avances científicos, la ciencia ficción ha ido por delante. Ya en 1989 tenemos el film “Cyborg”, protagonizado por Jean-Claude Van Damme, al que siguieron varios, incluso con trasplante de cerebro al robot. Antes, en 1976, “The Bionic Woman”; la última, “Ghost in the Shell”, con Scarlett Johanson, que lidera un equipo de élite en la batalla que los enfrenta a un enemigo muy poderoso que pretende destruir los avances en cibertecnología de Hanka, una compañía que fabrica robots. ¿Quizás una premonición del futuro? Yuval Noah Harari (“Homo deus”): “La mayoría de las personas serán económicamente innecesarias. ¿A quién le importa que hagan huelga los mendigos? ¡Los algoritmos no van a la huelga!”

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