Opinión

No entiendo

El ciudadano está perplejo con las explicaciones que recibe frente a la realidad que vive y ante los mismos problemas con los que seguimos; palabras que explican todo sin que expliquen nada. La ética parece que debió de existir mientras las "nuevas mentes" se convertían en los "oráculos" del siglo XXI. Las estadísticas no sirven, es preciso en la mayoría de los casos adaptarlas a lo que piden los que las encargan y pagan; así, lo que hoy es blanco, ayer era negro y mañana puede ser gris. Hay tantas soluciones como "paladines" en el mundo.

Sus palabras se usan para deformar la realidad, para decirnos que vivimos en un mundo en donde todo a medio plazo tiene solución, su solución. Venden esperanza, pero en realidad lo que existe es miedo, porque lo que es bueno en un país resulta nefasto en otro. No estamos en guerra, pero nunca hubo tantos "conflictos" que necesitan que se envíen "soldados para la paz", cuando la realidad es otra, los muertos lo demuestran. Los organismos internacionales hablan, condenan, ponen condiciones… y todo sigue igual. Se utilizan los descubrimientos científicos y los avances tecnológicos para el bien de unos pocos, cuando no se "deforman" para meter miedo.

El mundo real posiblemente esté detrás de toda la información que recibe el ciudadano, con cifras de paro, muertes en accidentes, hambre en el tercer mundo y en el cuarto, que convive con nosotros. Hay globalización sin compartir, sin conocer al que vive a nuestro lado, extrañándonos de que miles de personas mueren por intentar llegar al "paraíso" occidental; hablando lo menos posible de los millones que mueren por hambre, falta de agua, higiene y por consiguiente de enfermedades.

Es inmensa la tarea de las ONG, pero los países ricos conjuntamente con los pobres tienen que buscar una solución, que siendo compleja, precisa generosidad y que los "déspotas" que gobiernan en muchas naciones desaparezcan. Tenemos que revisar nuestras ideologías y eliminar los "dogmas" que hacen que justifiquemos determinadas formas de actuar. Sería bueno sentir "el día que el triunfo alcancemos, ni esclavos ni dueños habrá, los odios que al mundo envenenan, al punto se extinguirán", así será posible que vuelva a venir la alegre primavera con la paz que esperamos.

Te puede interesar