Opinión

Es posible un 
mundo nuevo

El estudio de "Pew Research Center" dice que las principales preocupaciones son el cambio climático, la inestabilidad económica y el terrorismo yihadista; no ocupan primeros lugares el hambre, la falta de agua, las guerras de África y Este de Asia (sólo el EI preocupa) y el populismo hambriento de Latinoamérica. Se ve que el peso de Occidente es grande. Las generaciones actuales tenemos la responsabilidad de conducir a la humanidad por el camino que garantice la dignidad y una vida mejor, olvidemos soluciones fracasadas, demagógicas, y las que sólo favorecen a unos pocos, entre ellas algunas medioambientales.

Construirlo partiendo de que la libertad, la dignidad, la integridad son valores eternos e intangibles, empezando por repartir lo que sobra en los países ricos para mejorar las condiciones de vida de los millones que viven miserablemente. Como dice el papa Francisco: "Quisiera advertir que no suele haber conciencia clara… Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales,… sus problemas se plantean como un apéndice". Debemos abordarlo sin atentar contra la libertad de nadie, recuperando las tierras para cultivar, creando industrias sin explotación del trabajador, extendiendo la democracia sin adjetivos y dejando de proteger productos para mantener precios que sólo enriquecen a unos pocos. La riqueza tiene que servir para mejorar la vida del ser humano, evitando que miles de millones tengan una vida miserable, reconociendo la propiedad privada para que las necesidades individuales, familiares y sociales puedan cumplirse, legislando para evitar abusos financieros y castigando a los especuladores.

Educación y cultura, base del desarrollo de la humanidad, deben disponer de los medios para que los que por esfuerzo o talento las merezcan puedan acceder a ellas sin restricción, salvo abandono o desidia, sin olvidar que hay que darles una salida para que no sean inferiores a los que por su capacidad no llegan. Luchemos contra “Fahrenheit 451”: "Un libro es un arma cargada en la casa de al lado… ¿Quién sabe cuál puede ser el objetivo del hombre que ha leído mucho?"

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