Opinión

Seguimos y seguimos

L os resultados de elecciones del domingo 25 han sido para Galicia lo que el ciudadano ha querido, aunque los que perdieron no están de acuerdo y digan que el pueblo se equivocó o fue engañado. La partitocracia sigue mandando, y eso que elección tras elección el votante se expresa según cree conveniente, lo que sorprende a los “generales en jefe” de los partidos. 
Nos dejan varias visiones. La primera es que Alberto Núñez Feijóo varió su mirada, puesta en otro lugar, y convocó elecciones cuando le convenía a su partido (675.038 votos, el 47,54%), tuvo en cuenta que la oposición tenía problemas y que la demagogia se había apoderado de todos, incluidos los suyos, y que se darían más razones a los se están enfrentando a Pedro Sánchez (que anunció en un mitin de las gallegas un gobierno alternativo de España), fueron por lo tanto no sólo gallegas, y así lo interpretaron los dirigentes nacionales que se desplazaron a Galicia. Es triste que se utilicen unas elecciones autonómicas para dirimir temas estatales, cuando siendo parlamentarios deberían ser capaces de ponerse de acuerdo en unos mínimos esenciales para el ciudadano, ¿no importa que muchos salarios queden congelados y sigan un año más perdiendo poder adquisitivo?

Los problemas “internos” de los partidos pesaron en el voto, favoreciendo a la emergente En Marea, cómo en las municipales y en las generales. Son tantos y con ideas y personalismos diferentes que es difícil saber cuál será su futuro cuando los nichos de donde obtienen los votos vuelvan a su origen si rectifican quien los tenían (en éstas, 4 del PSOE y 1 del BNG).

Nos deja también la realidad de que Ourense sigue siendo “la Cenicienta” de Galicia. A DO, que dijo claramente lo que haría por la provincia, incluido la anticipación del Parque Acuático y la demanda del dinero que tiene que venir, no lo tuvieron en cuenta los votantes. Como al BNG, con una campaña limpia y pensando en positivo en la ciudad, en el rural muy castigado y en los polígonos. Quizás haya que decir que su mensaje no llego con suficiente fuerza o claridad al votante. El “ruido” de otros partidos “aturdió” al ourensano al mezclar políticas nacionales con las de la Xunta. C´s duplica el voto de UPyD y, a medio plazo, habrá que contar con ellos.

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