Opinión

Ha sido un placer verle jugar señor Guillén

Tuve el placer de entrevistarlo tres veces. En todas, al mismo ritmo pausado de la cancha. Las veces que lo pude disfrutar en la pista fueron bastantes más. En la tele o el ordenador, siempre.En muchos casos con los sufridos pívots del COB como damnificados de sus destrozos. La retirada de Richi Guillén supone el adiós al mejor jugador que ha pisado esta categoría. En la LEB Oro actual y en la reconocida como quinta mejor liga de Europa. Guillén era bueno entre los mejores. Sin importar el nivel. Tanto como para llegar a Santiago para echar una mano a su entrenador fetiche en la recta final de la Liga ACB y acabar firmando 38 puntos en las dos últimas jornadas. Con 37 años.

El MVP permanente de la LEB Oro. Se retira siendo el máximo anotador, el máximo reboteador, el jugador más valorado. Un placer verlo jugador. Tirando de media distancia o de larga. Jugando al poste bajo. Pasando. Corriendo no.

Dice Gonzalo García de Vitoria que solo Roberto Morentin sabía defenderlo. 

El mismo entrenador que no tuvo dudas cuando Salva Arco sopesó la opción de irse a la Liga ACB a mitad de temporada. El cambio era Guillén. La última oportunidad de haber disfrutado sin sufrir a un pívot incontenible. Por lo que sé, la única.

Obvio que al COB no le salió mal pero de haber perdido a Salva Arco tampoco habría estado nada mal sentarse y mirar con una sonrisa como los rivales se desesperaban para intentar estirar la manta con Guillén y Rejón en el mismo equipo. Un entrenador, antes de cerrarse el asunto, me decía que sencillamente esa pareja, en ese momento, sería indefendible. Personalmente creo que Richi Guillén, por sí solo ya lo era. Se retira mi debilidad.

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