Opinión

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En esta sociedad tantas veces sensacionalista se subrayan y transmiten de manera escandalosa los defectos y pecados de la Iglesia, que los tiene. Pero se ignora la inmensa lista de obras buenas que los cristianos llevan a cabo en todo el mundo, que son mayoría. Es el caso de las misiones en el mundo. Son centenares de misioneros y cristianos en general que dejan su sangre en el surco precisamente por su fe. Esto por lo que se ve pasa desapercibido para los medios de masas. Es así nuestro mundo. Hoy es el Domund para recordar lo bueno hacen los misioneros.

Los bautizados tienen el compromiso con las misiones del mundo y las Obras Misionales Pontificias (OMP) es la institución encargada de buscar medios para impulsar la actividad misionera. Esta obra está compuesta por la Obra de Propagación de la Fe, encargada de sostener los territorios de misión, y es la responsable del Domund, que se celebra en el mundo el penúltimo domingo de octubre desde 1926. 

Su compromiso es promover que el anuncio del Evangelio llegue a todo el mundo, junto con la promoción social que conlleva. Es misión para los creyentes rezar y apoya a los misioneros, especialmente a los 12.000 misioneros españoles en 132 países, colaborando también económicamente con los 1.108 territorios, tratando de cambiar su situación a veces angustiosa. En la actualidad los países con más misioneros españoles son Perú, Venezuela y Argentina.

La religión significa entrar en relación intensa con Dios y ser mejores, evitando aquello que sabemos que está mal, como matar. Así, son muchos los países en los que los asesinatos disminuyen desde que llegan los misioneros. Trabajan en escuelas y en la formación integral del pueblo así como con las mujeres más vulnerables de la sociedad en asuntos como la prostitución. Ofrecen cursos de capacitación para ayudar a salir de la esclavitud en la que muchas viven, ayudando a abandonar la pobreza. En suma, para los misioneros la formación humana y espiritual es el eje de sus trabajos: ayudar a valorarse como personas dignas.

Hoy en el mundo hay 1.108 territorios de misión: diócesis, vicariatos, prefecturas apostólicas. Más de la mitad de las escuelas de la Iglesia están en misiones y su número se ha duplicado en los últimos 30 años porque casi la mitad de la población mundial (45,70%) vive en los territorios de misión. La Iglesia sostiene 26.898 instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias de ancianos y discapacitados). En las misiones se celebra uno de cada tres bautismos del mundo. Un sacerdote en las misiones atiende de media al doble de personas que un sacerdote de la Iglesia universal.

En el presente año se hacen colectas en 120 países, que, hasta el último céntimo, distribuye la Asamblea de OMP en Roma. Distribuyendo el Fondo Universal de solidaridad: 84.758.675,11 euros, siendo la aportación de España 11.726.397,59 gracias a la generosidad de los españoles...

Las Obras Misionales Pontificias garantizan, en nombre del Papa, una distribución equitativa, de manera que las iglesias del mundo tengan asistencia.

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