Opinión

La fe en Europa

Dos de cada tres chicos y chicas españoles no rezan nunca, según un estudio. En Europa, más de la mitad de los jóvenes no creen en Dios. La República Checa es el estado menos religioso; Polonia, el más católico del viejo continente. Los jóvenes europeos parece que se han olvidado de Dios… El 55% de los españoles entre 16 y 29 años no confiesan ninguna religión, el 60% no asisten a oficios religiosos fuera de las ocasiones especiales y el 64% afirman que no rezan nunca. Son las principales conclusiones, en lo que a nuestro país se refiere, de un estudio de la Universidad de St. Mary de Londres. Un informe que demuestra, en palabras de su responsable, Stephen Bullivant, que “la religión está moribunda” en el Viejo Continente. Especialmente en 12 países donde una mayoría de los jóvenes de entre 16 y 29 años admiten que no son creyentes y que nunca o casi nunca acuden a la iglesia o rezan

En este sentido, la República Checa es el estado menos religioso de Europa, ya que el 91% de sus jóvenes carecen de afiliación religiosa. Detrás, quedan Estonia, Suecia o los Países Bajos, todos ellos en una horquilla entre del 70% y el 80% de las personas estudiadas clasificándose a sí mismos como personas sin religión. En el extremo contrario se sitúa Polonia, el país que alberga más creyentes jóvenes entre su población, donde solo el 17% de los encuestados afirman no tener credo alguno religioso. Le sigue Lituania, con el 25%. Curiosamente tanto los dos países más religiosos como los dos que menos fueron estados comunistas.

En los países más potentes de Europa también se observa un rápido declive de la religión, sin ser tan pronunciado como en los anteriores. Así por ejemplo, en Francia el 64% de las personas entre 16 y 29 años admite su increencia; porcentaje que en Alemania baja al 45%. Unos datos que muestran que el catolicismo todavía goza de una salud razonable, pero que las próximas décadas pueden precipitar la caída. En Reino Unido se da una circunstancia muy curiosa: solo el 7% de los encuestados se definieron como anglicanos, mientras que el 10% dijo que era católico y el 6% musulmán. La explicación a este fenómeno tan curioso tiene que ver con la alta inmigración y con el hecho de que los musulmanes tengan más hijos.

La práctica religiosa también está en crisis. Solo en Polonia, Portugal e Irlanda más del 10% de los encuestados admitieron que iban a misa al menos una vez a la semana. En Reino Unido, Francia, Bélgica y España, entre el 56% y el 60% dijeron que nunca iban a la iglesia y entre el 63% y el 66% manifestaron que nunca rezaban. Una vez más, ha sido la República Checa (como es lógico) la que ha obtenido unas tasas más altas: el 70% confiesa que nunca ha acudido a una celebración religiosa y el 80% nunca reza.

La tendencia es que muchos europeos son bautizados cuando nacen, pero tarde vuelven a pisar una iglesia durante toda su juventud. A diferencia de hace unas décadas, las identidades religiosas se transmiten poco en la práctica de padres a hijos, sino que tienen más que ver con la propia identidad individual. Al respecto, Bullivant cree que en 20 o 30 años las iglesias serán más pequeñas porque no habrá tanta gente creyente, pero que sin embargo estos estarán muy comprometidos con la religión.

Hace mucho que estoy convencido de que la regeneración de la Iglesia vendrá precisamente partiendo de grupos comprometidos capaces de dar testimonio y transmitiendo que la figura de Cristo tuvo, tiene y eternamente tendrá actualidad.

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