Con motivo de los 40 años de la Constitución Española, la embajadora de nuestro país en Lisboa, Marta Betanzos, organizó una conferencia coloquio a la que invitó al ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. De forma distendida y amena, en el Palacio de Palhavâ, residencia de los embajadores de España en la capital lusa, ofreció el conferenciante su experiencia como diputado constituyente. Rodríguez Ibarra es una persona que va por libre, dice lo que siente y lo hace sin miramientos. Es así como su intervención fue un cúmulo de experiencias, todas ellas interesantes. Pronunció frases, algunas lapidarias e incluso hoy en día para algunos tal vez “políticamente incorrectas”. Defendió el bipartidismo, la enseñanza pública, el estudio de la Constitución en las aulas y manifestó también cosas aun más ocurrentes.
Así, afirmó que en el Congreso, en su día, durante la Constituyente, se votó monarquía o reps se va a su casa perdiendo ees citanto por ejemplo a Clspedal o SOraya se presentan los mejores, uno de ellos pierde y despuública, ganando la monarquía con los votos también del PSOE. Y se manifestó totalmente en contra del sistema de primarias. Y dio argumentos claros: se presentan los mejores, uno de ellos pierde y después se va a su casa, perdiendo así el partido valores importantes, citando por ejemplo a Cospedal o Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros. Aún le quedó tiempo para alabar a aquellas Cortes Constituyente porque subrayó que eran personas de valía, independientes del Ejército. Eran civiles los que redactaron la Carta Magna. Resaltó el entendimiento y la concordia con ejemplos de hoy en día.
Fueron capaces de entenderse a pesar de sus enormes distancias ideológicas. Se entendieron Carrillo, Suárez, Fraga, la Pasionaria… con discrepancias mayores que las que puede haber hoy entre Sánchez, Casado, Rivera o Pablo Iglesias. Allí estuvo la categoría de aquellos hombres y mujeres. Algo que hoy se echa en falta. Aquellos fueron capaces de renunciar a muchos postulados de sus ideologías en bien del pueblo y de la democracia. Así dura 40 años, cuando anteriormente las constituciones duraban apenas una década porque eran fruto de un partido. Esta lo fue de todos y de ahí el éxito. Por ello abogó por retoques necesarios pero nunca tirarla y hacer una nueva que con el panorama actual duraría muy poco.
En suma, me respondió a una pregunta reconociendo que faltan verdaderos líderes capaces de mirar al futuro cuando se mira solamente el bien del partido de cada cual. Así nunca se llegará a nada. Él llegó a la politica, y lo dijo, prácticamente “engañado” por Alfonso Guerra, pero una vez metido fue una etapa apasionante tanto en el Congreso como en la comunidad extremeña que presidió largos años. Ibarra es de esos personajes de la politica que saben anteponer el sentido común a los intereses partidistas. Acaso por ello siempre fue un elemento discordante ante muchas decisiones de su formación política. Ha sido siempre muy duro con la situación catalana y nunca ha dudado en discrepar ante situaciones que le parecían incorrectas emanadas de la dirección de su partido.
Por supuesto su categoría tanto humana como política e intelectual está muy por encima de bastantes de los que dirigen o han dirigido al PSOE. Tal vez por ello le han marginado de la politica activa como en su día hicieron con Paco Vázquez. Pero hoy, como siempre y acaso mucho más que siempre, Juan Carlos Rodríguez Ibarra va por libre. Es un hombre totalmente libre con una experiencia acumulada que ya quisieran para sí muchos de nuestros gobernantes. Como Alfonso Guerra, su amigo, siguen siendo referentes para muchos por su gran talla.
