Opinión

Una crisis evidente

Son tantos los temas que nos ofrece la sociedad actual que se amontonan encima de la mesa pero que siguen teniendo palpitante actualidad. Hace ya meses, por ejemplo, se celebró en Roma el Congreso interreligioso sobre “la complementariedad hombre-mujer”. Textualmente el papa Francisco afirmó en la apertura: “En nuestro tiempo el matrimonio y la familia están en crisis. Vivimos en una cultura de lo provisorio, en el cual siempre más personas renuncian al matrimonio como compromiso público. Esta revolución en las costumbres y en la moral muchas veces ha agitado la bandera de la libertad, pero en realidad ha traído devastación espiritual y material a numerosos seres humanos, especialmente a los más vulnerables. Es siempre más evidente que el declino de la cultura del matrimonio está asociado a un aumento de la pobreza y a una serie de otros numerosos problemas sociales que hieren de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y los ancianos. Y son siempre ellos los que sufren más, en esta crisis”.

Parecían las palabras de Francisco respuesta a las desafortunadas pronunciadas unos días antes por un personaje español y que señalaba que: “Quien dijo que la familia está en crisis ya no está. Y quien está ahora, esto no lo va a decir nunca”, tratando de contraponer a Benedicto XVI con Francisco y a dos cardenales españoles. “La familia no está en crisis, aunque lo digan en Colón”, en referencia al cardenal Rouco. Increíble postura la de este buen señor y de quienes le protegen.

Crisis en la familia tradicional pero auge y mucho de los grupos que han surgido como los Equipos de Nuestra Señora (ENS), los Carismáticos y muchos otros. En Lisboa existen cientos y también los equipos jóvenes con mucho auge. Con orgullo presumo de que el joven responsable de todos los equipos del Patriarcado fue alumno mío igual que su antecesor. Y les va muy bien. Es un estilo nuevo.

En todas las diócesis, y también en Ourense, el sector pastoral encargado de la familia pretende dedicarle todos los esfuerzos a su alcance a la institución familiar que de manera clara y evidente atraviesa por momentos nada fáciles. Así, en las últimas jornadas celebradas en Ourense se valoraron datos positivos como la asistencia de varios centenares de personas y la acogida que tuvo en las parroquias la dinámica “Oración en familia, intimando con Dios” y la asistencia a las jornadas de familias enteras, jóvenes y niños incluidos. 

Un Acto Comunitario Vocacional fue el cierre de la Semana de la Familia, en el que se rezó por la vocación al  matrimonio, a la vida sacerdotal y a la vida consagrada dentro de la Eucaristía, que tuvo lugar en la parroquia de Mª Auxiliadora, presidida por el vicario para la Nueva Evangelización, Francisco Prieto, quien agradeció al Equipo de la Delegación y a todos los ponentes el esfuerzo realizado en la organización de la XIV Semana de la Familia y en las presentaciones realizadas en las distintos lugares  de la  ciudad, villas y pueblos.
Todo ello en un esfuerzo muy laudable en pro de las familias en crisis.

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