Opinión

EEUU, el rey de las grandes empresas

Prácticamente, todas las grandes multinacionales de la nueva economía -Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Amazon, Facebook…- son de EE UU. A lo sumo emerge alguna firma asiática, como las chinas Tencent o Alibaba, pero ninguna es de la UE, a pesar de ser el principal mercado mundial y la zona del planeta de mayor bienestar. Algo va mal en Europa o, mejor dicho, varias cosas van mal en el Viejo Continente.

No hace mucho Bruselas acusó este golpe y reaccionó diciendo que la UE no puede permitirse no tener al menos una gran empresa de las características de Google o Facebook. Pero entre el Brexit, la crisis política de Alemania, el problema de Cataluña y la creciente desigualdad, la agenda política de Bruselas volvió a enredarse en sí misma, sin tiempo para los asuntos realmente trascendentales y de futuro, lo cual tampoco debe confundirse con atribuirle al sector público europeo la responsabilidad de crear empresas de éxito global.

En EE UU tienen, de hecho, a Donald Trump -un problema político no menor- pero su propia estructura política y económica, mecida por contrapoderes, hace que el país funcione sin mirar solo a Washington. Es más, casi todas las empresas que marcan el presente de EE UU -y del mundo- están justo en la otra costa, la de California, lejos de Washington, mirando al Pacífico, también lejos de Europa.

En la lista de las 10 empresas con mayor valor de mercado, hace cien años, en 1917, la protagonista principal era US Steel, dedicada a la producción de acero. Medio siglo después, ya encabezaba el ranking IBM, una firma de informática, y en 2017 al frente de la lista está Apple, también una firma tecnológica. Europa ya solo converge con EE UU en clave de pasado y sigue siendo rica por todo lo que acumula, que es mucho, pero no tanto por lo que genera de nuevo.
De las diez primeras empresas del mundo por capitalización bursátil, nueve son de EE UU -las nueva primeras- y una -la décima- es de China: Tencent. De esas nueve firmas líderes, son tecnológicas y del sector de las comunicaciones Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Amazon y Facebook  –las cinco primeras–, mientras que las cuatro restantes son las financieras Berkshire Hathaway y Jpmorgan Chase & Co, la energética Exxon Mobil y la firma de consumo Johnson & Johnson.
Hay otro ejercicio no menos interesante que llevó a cabo howmuch.net al evaluar lo que dieron de sí 1.000 dólares invertidos en los últimos diez años: desde los 51.966 dólares de Netflix, a los 490 dólares de General Electric, pasando por los 12.398 dólares de Amazon, los 2.922 dólares de Alphabet (Google) o los 1.489 dólares de Coca-Cola.

Una vez más, poco cuesta apreciar el valor de las compañías tecnológicas frente a las tradicionales, hasta el punto de que compiten en niveles de facturación, beneficios y valor bursátil, en buena medida gracias a su implantación global. Pero nada de esto sucederá en Europa si no se ponen las condiciones para ello, como sucedió en sectores en los que es puntera, como el farmacéutico, con Novartis y Roche, o la agroalimentación, con Nestlé y Anheuser, con la particularidad de que ninguna de las tres primeras multinacionales europeas pertenece a la UE, ya que son suizas. Por capitalización, la primera comunitaria es la belga Anheuser y la primera empresa española que aparece en el ranking de las grandes de Europa es la textil gallega Inditex (puesto 18), seguida del Santander, un banco (puesto 20).

 @J_L_Gómez

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