Opinión

Ourense no está para gaitas

Solemos decir los gallegos cuando algo no va bien que "la cosa no está para gaitas", que en lengua gallega viene a ser lo mismo que decir "o forno non está para bolos". Pero esto en mi natal y queridísimo Ourense no es nada nuevo. Es como un pólipo maligno que empleando el símil médico, los políticos no han sido capaces de erradicar a lo largo de los años. Los ourensanos ya con muchas primaveras a la espalda, hemos tenido que soportar hasta la saciedad y el aburrimiento la noticia repetitiva de que somos una de las provincias de la patria hispana en la cola de casi todo, alejados de la prosperidad. Pero es necesario hacer una aclaración aun con el riesgo de que me tachen de viejo verde. Iremos a la cola de muchas cosas, pero en mujeres, ¡oh, en mujeres! Sin rodeos, sin circunloquios, tenemos las máis guapiñas.
Pero el hecho de escribir la palabra "Gaita" obedece a la noticia aparecida en La Región del pasado día 4 bajo el titular "Foxo disuelve la Fundación Real Banda por orden de Baltar". Son cuestiones internas lejos de nuestro conocimiento pero que entendemos certera después de una bien pensada reflexión.
No obstante, intrínsicamente, me refiero a la gaita ese instrumento emblemático con embrujo, con duende, que a más de uno ha hecho llorar. Es esa gaita que versificó Curros Enríquez: Tocaba..., e cando tocaba,/ o vento que do roncón/ polo canuto fungaba/ dixeran que se queixaba/ da gallega emigración. Es esa gaita que nos enciende el ánimo al sonar en las dianas y alboradas de nuestras fiestas populares. Es esa gaita que igual nos invade de saudade, pero incapaz de alegrar a los 276.463 gallegos sin trabajo que tanto preocupa a nuestro presidente Núñez Feijóo.
La gaita gallega es esa gaita que cuando Fraga Iribarne ganaba las elecciones autonómicas desfilaba hasta la Plaza del Obradoiro acompañado de un nutrido séquito y el cimbreo de sus delicadas caderas. Allí, con muchas gaitas gallegas, después de los speech, sonaban las gaitas interpretando el himno gallego. La gaita, ¡oh, la gaita! Lo que ignoro es por qué el diccionario gallego recoge una acepción que dice: "Gaita, miembro viril do home". Entiendo que aquí se pasaron los lexicógrafos, porque el tamaño de aquello no es tan grande como el instrumento. Tanto se puede escribir sobre la gaita que falta por decir que también es una "pilla".

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