Opinión

Las tarjetas están de moda

Las tarjetas tienen multiplicidad de aplicaciones como, por ejemplo, las de visita, de Navidad o la del fontanero que nos la deja en el buzón ofreciendo sus servicios. Las hay tristes como una que recibí recientemente con una carta que traía el nombre de un amigo y su esposa (q.e.p.d.) con una franja negra en señal de luto.

Las tarjetas que recibimos pueden ser, en cierto modo, desagradables. Tan desagradables como si fuera la escala que tenemos formada de la eficiencia de los políticos: Los hay malos (50%), peores (30%), desastrosos (18%) y buenos (2%). Y esto tal vez siendo un poco generosos en la evaluación. Las tarjetas que utiliza el árbitro en el fútbol y otros deportes son la amarilla en señal de amonestación, o roja para la expulsión.

Según el diccionario de la Lengua Española que acaba de ser publicado al "precio módico de 99 euros" (16.472 pesetas) ¡qué cara está la cultura! Esto me sirve para recordad que con fecha 18 de febrero de 2001 compré en la Librería de La Región, en la rúa do Paseo, el diccionario de la edición anterior que me había costado 42,07 euros (7.000 pesetas), o sea 56,93 euros más barato. Y esto me sirve también para traer a la memoria lo rápido que han pasado más de trece años y medio. Ya lo dice la canción de mi admirada Dolores Pradera titulada "Te canto un bolero", que en una de sus estrofas dice: "Como han pasado los años / como han cambiado las cosas"

Pero volviendo a las tarjetas, según el juez que actúa en el caso de las tarjetas "B" o tarjetas negras empleadas por Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, y Rodrigo Rato Figaredo, exministro y expresidente de Caja Madrid, consintieron y propiciaron las tarjetas negras, razón por la cual ha fijado 16 millones y 3 millones de fianza respectivamente. En el nuevo diccionario en la palabra "tarjeta" aparece por vez primera, y en sentido figurado, la simpática acepción: "A algunos políticos habría que sacarle tarjeta roja". Y es que, de acuerdo con el título de estas líneas, "Las tarjetas están de moda", no podemos olvidar las que de tantos colores como el Arco Iris sacan las señoras a la hora de pagar en el "Super". Son cosas -dicen- de la crisis.

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