Opinión

Caso Trias: mi padre es un miserable

Que Dios me perdone y mi padre también por utilizar una expresión tan rastrera y tan baja, impropia de un hijo bueno, obediente y “de orden” como el que les habla. Pero es lógico que piense eso de un padre y antepasados por no haber sabido darme o, mejor dicho, no haberme hecho aparecer como beneficiario de un fondo, de una cuenta o de un trust en el extranjero que hubiese servido no sólo para ocultar ingentes cantidades de dinero sino para garantizarme un espléndido y próspero futuro.

Quizás el problema no haya sido sólo una cuestión de trabajo sino exclusivamente de geolocalización, es decir, no concurría en él la condición de catalán y encima independentista ungido por la tonsura del poder.

Yo hubiese querido tener un abuelo como Florenci, de la familia Pujol; o un padre como el de Arturo Mas, con cerca de 2,5 millones de euros en cuentas en Suiza; o un padre como el del último caso del señor Trías, exalcalde de Barcelona. Pero hoy voy a ceñirme a este último y le digo que no nos tome por imbéciles o por idiotas, ya que causaba estupor y mofa verle moverse nerviosamente en el cadalso de la incomodidad cuando manifestaba: “Lo que usted me dice me suena a japonés. (…) No sé de qué me habla. (...) Yo no tengo nada que ver”, o “esto es una encerrona”. 

Señor Trías, si le queda un mínimo de vergüenza debería presentar su dimisión de manera inmediata. Pero lo grave no es que usted mienta –que lo hace–, sino que hable de una campaña de ese Estado español golpista, maltratador y represor contra usted por el asunto del independentismo catalán. Pero eso es falso y usted lo sabe.

Cuando su padre y su madre constituyeron el fondo a finales de los años 80 (su padre falleció en 1994) lo hicieron con dinero hurtado al Fisco español y sin que en dicho momento se atisbase en el horizonte de su señor padre ninguna campaña por el eufemístico “derecho a decidir”. Su única finalidad era atesorar dinero y garantizar no sólo su futuro, señor Trías, y el de sus hermanos, sino también el de sus nietos (sus hijos y sobrinos, señor Trías) a través de un subfondo denominado “Nietos de Javier Trías Bertrán”. Me llama la atención que en el diseño de la operación se constituyese un subfondo en favor de las mujeres del clan denominado “JTB Familia Marías”, que demuestra la particular forma de protección que tiene la adinerada burguesía catalana a las mujeres y nietos, para que estos pobrecitos tengan unas rentas de futuro mientras los restantes mortales se ven obligados a trabajar para salir adelante. 

Para ir finalizando, me gustaría hacerle una pregunta para poder tranquilizarme. El “Fondo de las Marías” debía ser para sus hermanas, a saber, María Eulalia, María Gloria, Ana María y María Nuria. Usted tiene otra hermana llamada Isabel a secas, es decir sin María ni delante ni detrás, ¿quiere esto decir que fue olvidada o preterida? ¿Se debió a un errorr o hay un motivo más mollar? Me gustaría que lo aclarase porque me pica la curiosidad.

Señor Trías, de los Trías de toda la vida, no haga más el ridículo y márchese a su casa que no es plato de gusto ver a una persona de su alcurnia con esa sequedad de boca tan plebeya cuando se dan explicaciones que no son creídas ni por el propio interesado. Ya termino manifestándole que frente al ejemplo de su protector padre, me quedo con el mío, pobre y miserable pero en cualquier caso razonablemente honrado. Atte.

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