Vivir es muchas cosas, trabajar, compartir tu vida, dar vida para que otros la compartan contigo. Imagino que desde esa atalaya que dan los años, desde la que cada uno se siente protagonista, la cosa varía pero no tanto.
El verano -creo- es una estación del año muy sobrevalorada, en realidad las cosas que importan no ocurren en verano, pero sí muchas de aquellas que nutren los recuerdos. Las primeras salidas, los primeros amoríos, ese tiempo distendido de lecturas encadenadas, un lujo en cualquier otra época.
Dentro de la profesión periodística es distinto; las redacciones se vacían del personal habitual y adquieren protagonismo jóvenes en prácticas, con la ilusión entre los dientes, dispuestos a dejar lo mejor de sí mismos en un territorio extraño. Te pones en su lugar y te ves a ti mismo cuando el verano -de hace 30 años- se convertiría en eso, en dar un sentir práctico a tus estudios cuando en el fondo lo que deseabas era lo de todo el mundo, diversión y relajo. Matar el tiempo bajo una hamaca contemplando el suave discurrir de las nubes, como diría un día -parafraseando a Gómez de la Serna- el bueno de Zapatero al dejar la presidencia del Gobierno.
El verano es ocio, hoy se nutre de festivales, bacanales de música encadenada para sucumbir a los sentidos; en Galicia además persisten esa infinidad de fiestas populares, excusa inevitable para darse un sentido homenaje gastronómico: pulpo, carne ó caldeiro, empanada; elijan ustedes el orden y la combinatoria. Celebrar el verano como Dios manda, esto es comiendo, que es como dar fe de vida. Y ha sido así desde el principio de los tiempos. Incluso en nuestras menguadas aldeas al llegar el verano se fortifican y en un alarde imposible muchas de ellas son capaces de contratar varias orquestas para amenizar las veladas, e incluso -si es necesario- bailar al ritmo de alguna versión reconocible.
Mientras la memoria no desista, somos capaces de establecer el recuerdo y el recuento de todos aquellos veranos importantes que nos han acompañado estos años, incluso aquellos que fueron simple sucesión de descanso. todos importantes. Por ello, ustedes, si les parece, disfruten.
