Hemos leído estos días que Chandrexa de Queixa, un concello todo naturaleza y muy recomendable, ha reabierto su vieja escuela unitaria de Rabal no para la enseñanza, sino para despedir a sus muertos. Nada nuevo por cierto, bueno, allí sí; la Xunta ha apoquinado 40.000 euros, y las autoridades la han inaugurado sin sonrojo.
Decía que nada nuevo, puesto que en un gran número de lugares ese ha sido el cambio de uso pertinente, primero cerramos la escuela, después habilitamos un local social para festejos de temporada y por último, acondicionamos parte del local para dar servicio de tanatorio. Además, para que los ya establecidos fueran legalizados, muchos gestionados por las propias directivas vecinales, se les exigían espacios diferenciados, salas refrigeradas y estar dados de alta como cualquier negocio en sí, cuando su único fin pasa por dar un servicio al vecino finado.
No hay imagen más presa del sentimiento que las antiguas escuelas unitarias, que se fueron reformulando unas en otras hasta su desaparición final. Fáciles de identificar puesto que todas responden a una arquitectura muy sobria. Muchas de de ellas fueron abiertas por indianos, (de memoria Punxín, Cortegada) para beneficiar a sus vecinos en algo tan valioso como es la cultura y la educación.
Son muchos los lugares en los que la inversión más significada después del vetusto “Plan bulleiro” ha sido el de las fiestas anuales de la localidad y la puesta en pie de un tanatorio, ambas sufragadas por los propios vecinos.
Las realidad es inapelable, en pura lógica los vecinos se nos mueren y los relevos están en las antípodas de cualquier deseo bienintencionado. También decir que es tarde para muchas cosas, pero no puede serlo para todo. Estas aldeas que se cierran, estos modelos de vida y cultura que se vienen abajo, conllevan otros problemas como los ambientalmente derivados en la extinción de los incendios, gravosos e inviables. Pensándolo bien, mantener con vida ciertos lugares, subvencionar ciertas economías de subsistencia pudiera ser hasta rentable. Pues eso.
