Opinión

Rayuela, seguro que sí

Los cien primeros años de Cortázar que grita el almanaque resuenan a metralla, no por él, consolidado a la gloria, sino por nosotros, qué viejos que ya somos.

Cada vez que uno ve sus libros a lomos de cualquier stand, viejo o nuevo, tiene la necesidad de apropiarse de él como si fuera una parte del abrigo necesario.

El mundo está lleno de libros de Cortázar que nos recuerdan que la ficción es cosa seria y que los personajes son lo de menos, o no; todo depende de nosotros, de nuestra mirada hacia el mundo, la vida, las personas; lo que trataba es de verse reflejado en las personas y que todos nos viéramos a su vez reflejados en esos personajes de amplio espectro, intelectuales angustiados -Oliveira- o simples pero llenos de vida como la Maga, porque Cortázar es muchos libros, pero sobre todo uno, icónico, tótem, con el que trató de subvertir al mundo, y lo logró, al menos en cuanto a la escrtitura, alzándose, con el mayor de los premios, como él en más de una ocasión reconoció, el de las generaciones más jóvenes que lo auparon al olimpo de la literatura, una literatura en su caso sin demasiadas concesiones, a la búsqueda de un lector atento dispuesto a seguir el juego a cambio de una serie de historias.

Rayuela es sinónimo de juego, un saltar de casilla en casilla, como la propia vida, una vida de amor y de fascinación por la persona amada, La Maga; una historia de amores apasionados y de separaciones dolorosas, qué otra cosa es si no ésta; una historia de amor y de humor, sibilino, la importancia de saber reírse hasta de uno mismo para quitar hierro al asunto. Incluso en la misma forma de ejecutarla, con libertad para acceder a ella, para envolverse en la lectura, con libro de instrucciones para seguir el juego y libertad de prescindir de lo superfluo, si quisiéramos; ojalá en la vida nos dejaran tamaña libertad. dicen que en esos capítulos accesorios estaban esos ejercicios retóricos, esas notas aparte que el autor elaboraba y tenía necesidad de ubicar en cualquier parte, es razonable.

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