Qué importante es poseer un conocimiento básico de determinadas materias. Por lo menos de aquellas que nos van a reportar beneficios en nuestra vida social, como por ejemplo sucede con todo lo que atañe a lo que se entiende hoy en día por protocolo social.
En otras ocasiones hemos tratado este tema. Resulta muy práctico para nuestras relaciones convivenciales conocer los códigos de la etiqueta en sociedad y con ello, las pautas fundamentales referidas al lenguaje de la mesa, la vestimenta, las presentaciones, los saludos, etc.
Pues bien, una forma de adquirir tales conocimientos es a través de la formación, mediante cursos o talleres especializados, como el que durante este mes se está ofreciendo en la Universidad Popular de la Concellería de Educación y que imparte Cristina Rey, profesora de Protocolo Social.
En estas acciones formativas complementarias, que se desarrollan en un formato que no sobrepasan la media de treinta horas lectivas, sus alumnos tienen la oportunidad de asumir, digamos, un “paquete básico” de disciplinas para desenvolverse correctamente en sociedad sin temor a cometer los típicos errores de “tacto social”, como por ejemplo, no saber cuando a una mujer se le saluda con un apretón de manos o con un beso, por no hablar de los modales en la mesa que obligan a conocer el manejo de los cubiertos, entre otros detalles.
A la postre, estas cuestiones sociales tienen además una gran importancia en lo que se entiende como nuestra imagen personal, pues perfilan nuestro saber estar en sociedad. Y como suele decirse “el saber no ocupa lugar”, por eso, estos conocimientos contribuyen a enriquecer nuestro bagaje personal, tan importante para desenvolverse con éxito en sociedad.
Recurriendo a nuestro refranero: “Buenos modales juntan caudales y abren puertas principales”, o lo que es lo mismo, las buenas maneras o modales y una buena educación, contribuyen a abrir más puertas en la vida y además, facilitan mayores oportunidades que cualquier otro tipo de comportamiento.
