Opinión

Comportamientos incívicos

Hace unos días se recogía en los medios de comunicación la tremenda trifulca que se montó en pleno centro de Ourense debido a una discusión entre unos conductores, llegando a las manos y precisando intervención policial y atención médica. El video de la escena fue, como se dice, viral en las redes sociales. Y todo debido a un bocinazo por parte de los conductores para que el otro iniciara la marcha cuando estaban detenidos en un semáforo. Gesto, por otra parte, bastante habitual.

La cuestión es analizar qué lleva a una persona a agredir a otra por algo a priori tan pueril. Esto ya se parece al salvaje oeste. Se impone la ley del más fuerte. Pero, ¿dónde está eso que se llama “civilidad”? O es que ahora hay que tildarlo de “imbecibilidad”, con permiso de la Real Academia Española que, de seguir así las cosas, acabará aprobando esta expresión.

Donde ha quedado la educación, ya ni siquiera nos referimos a la buena, sino simple y llanamente a la educación. Y aquí podemos aplicar los adjetivos de personas ineducadas y maleducadas. Las primeras son aquellas que carecen de educación o de buenos modales. Las segundas son aquellas que se comportan de forma descortés, irrespetuosa o incivil. En ambos casos se trata de personas exentas del principio básico de la educación que ha de poseer cualquiera que conviva en sociedad: actuar con respeto y con moderación, tratando a los demás con cortesía.

Lo peor de la escena a la que hacemos referencia es el mal ejemplo que han dado a aquellos niños que la observaron. Y después nos extrañamos de comportamientos violentos en los más pequeños. No les llega con asimilar la violencia que se expande por los medios de comunicación audiovisuales, con ser meros observadores del mundo que nos toca vivir que, encima, pueden contemplarlo en vivo y en directo a pocos metros de su casa.

Opinaba Chesterton, pensador y ensayista inglés de finales del XIX, que: “No hay gente ineducada. Todo el mundo está educado, solo que mucha gente está mal educada”.

Una frase para la reflexión. Hace falta educación, pero buena educación.

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