Opinión

Dar ejemplo

Tanto el reciente discurso de fin de año del presidente de la Xunta, Alberto Núñez, como el del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, han tenido puntos de coincidencia: entendimiento, diálogo, madurez… resumiendo, actitudes tendentes a dar ejemplo a la ciudadanía. Ya lo hemos dicho en muchas ocasiones: los políticos tienen que actuar ejemplarmente. Lamentablemente, este propósito no se prodiga. Rectificamos, se prodiga el mal ejemplo, no la ejemplaridad, cuyo sentido es servir de ejemplo, pero positivo.

El titular del ente autonómico en su intervención, por cierto grabada en Ourense con el puente viejo de fondo, subrayó: “A democracia ten as súas raíces no desexo de sentir e facer cousas xuntos. A democracia precisa ser afectiva e efectiva. Sen afectos non pasa de ser unha formula fría”. Y añadía: “Construímos un país de afectos no que as discrepancias sempre teñen un camiño para chegar ao acordo, e onde o acordo xurde tras normais discrepancias”. “Desexo que ese espírito -continuó Alberto Núñez- se traslade á vida pública, sen menoscabo dun debate que sempre é enriquecedor. Non estamos os políticos ‘condenados’ a entendernos porque o entendemento nunca pode ser unha condena. Estamos animados a facelo para estar á altura do exemplo que nos proporciona o noso pobo”.

Por su parte, Mariano Rajoy habló de voluntad de diálogo, de facilitar entendimiento, actitud responsable y constructiva: “Dialogar y ceder para llegar a acuerdos es posible y además es imprescindible cuando así lo han exigido los ciudadanos. Tenemos ante nosotros la oportunidad de ofrecer un ejemplo de madurez y de responsabilidad”.

Y aludió a la necesidad de conseguir esas mejoras para la vida de los ciudadanos: “Al fin y a la postre es el objetivo común de todas las administraciones, sea cual sea su signo político”. Y de pasó el titular del Gobierno español afirmó que: “Tampoco vamos a dejar de defender los valores en los que se basa nuestra convivencia”, como por ejemplo, la unidad de España.

Quedan trescientos cincuenta y dos días para cumplir estos objetivos.

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