Opinión

Foros sociales

Un foro social es un espacio donde nos reunimos para participar en actos de distinta naturaleza, ya sea social, cultural, artística, económica o política. Estos espacios corresponden a entidades o sociedades civiles y corporativas que durante el año ofrecen este abanico de citas públicas. Entidades, por ejemplo, como el Liceo Recreo Ourensano o el Ateneo.

En el caso de esta última sociedad, no está atravesando precisamente por sus mejores momentos. De hecho se llegó a crear una plataforma social y ciudadana bajo el lema “O Ateneo é noso”, basándose en la defensa de un patrimonio colectivo como se considera esta institución cultural con cuarenta y ocho años de historia. “El Ateneo es necesario para la sociedad ourensana, es un espacio generoso y diverso”, aduce la actual directiva.
Algo similar sucedió en Ourense cuando se planteó el futuro del original Teatro Principal -cumplió este año 25 años desde la inauguración de la recuperación- que, tras su cierre como sala cinematográfica, estaba abocado a su total desaparición, lo que afectaba al propio inmueble que en otra época había acogido relevantes acontecimientos sociales de la ciudad ya desde finales del XIX. En aquella ocasión el lema elegido para identificar la movilización social fue “Salvemos o Principal”. 

El Orfeón Unión Ourensana o la Agrupación Cultural Auriense también en su momento constituyeron focos de atracción social, cultural y artística.

La sociedad necesita de estos foros sociales donde poder cultivar el bagaje personal de sus individuos y que representan un marco donde se comparten vivencias con el resto de los integrantes que componen ese tejido social. Por eso, cuando estas instituciones languidecen y corren el riesgo de desaparecer, es preciso posibilitar cuantas acciones procedan y que contribuyan a que aquellas perduren. Es obvio que este esfuerzo, preferentemente, tiene que ser asumido por la masa social que respalda la pervivencia de aquellas y, luego, los poderes administrativos públicos tienen que cooperar, dentro de sus competencias, para que estas entidades no desaparezcan.

Así pues, habilitemos todos los medios para que Ourense continúe contando con este tipo de instituciones que en una época ayudaron a mantener viva esa denominación que se nos asignó como la “Atenas de Galicia”.

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