Opinión

Difícil de entender

No lo entiendo, por más que lo pienso no lo entiendo, no, no comprendo como el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha declarado que en su opinión los políticos independentistas que están en prisión no deberían de estarlo y que hay otras medidas que podía haber adoptado el juez Llarena. Que estas declaraciones hayan sido hechas por un ministro además en plena Diada, tiene su aquél, pero que además el ministro que las ha hecho sea Borrell, es para nota.

Naturalmente que las decisiones judiciales pueden y deben ser objeto de comentarios o crítica pero no desde el Gobierno. Una cosa es que el presidente Sánchez busque la manera de desatascar las relaciones con la Generalitat y otra muy distinta que sea un ministro quien cuestione la decisión de un juez, en este caso de  Llarena, magistrado del Tribunal Supremo.

Y es que todo lo que tiene que ver con Cataluña empieza a ser incomprensible. Por ejemplo, que en vísperas de la Diada cientos de independentistas, antorcha en mano, decidiera hacer una marcha hasta las cárceles donde algunos de los dirigentes que en su día decidieron saltarse la ley, ponía los pelos de punta. Me abstendré de decir a qué me recordaba esa marcha. Como también me impresiona escuchar al presidente de la Generalitat decir que si el Tribunal Supremo condena a los líderes independentistas no dará curso al cumplimiento de la sentencia y además les pondrá en la calle. Por no referirme a la riada de disparates y mentiras que salen de boca de los dirigentes del independentismo catalán sin que tengan debida respuesta por parte del Gobierno Sánchez,

Vaya por delante que soy una firme partidaria del diálogo para arreglar los problemas, pero no de la política de apaciguamiento si enfrente tienes a dirigentes políticos cuyo único discurso es insultar y retar al Estado de Derecho.

Eso sí, pese a que había miles de personas en la calle para celebrar la Diada, es evidente que no llegaban a un millón, ni siquiera a medio, según las estimaciones más serias.

Pero vuelvo al principio ¿a santo de qué Josep Borrell ha cuestionado la decisión del juez Llarena sobre la prisión provisional de los líderes independentistas que se alzaron contra el Estado?

En líneas generales comprender a este Gobierno es difícil ,pero yo pensaba que esa dificultad no alcanzaría al titular de Exteriores, uno de los ministros más sólidos, inteligentes y con experiencia política del Gobierno Sánchez.

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