Opinión

Escaño cero:
"Aforados"

María Dolores de Cospedal ha puesto unos cuantos puntos sobre las íes al ministro Ruíz Gallardón en cuanto a la supresión del aforamiento para los más de diecisiete mil aforados que hay ahora mismo en España.

Mientras el ministro de Justicia iba a dejar el número en 22 y aseguraba que políticos y miembros de la carrera judicial, o sea jueces y fiscales, ya no iban a ser aforado, lo cual exigía una reforma de la Constitución, la secretaria general del PP ha venido a decir que ni si ni no, ni todo lo contrario. Según Cospedal la fórmula que se elija no exigirá cambiar la Constitución y además hay que seguir garantizando que los políticos continúen protegidos en sus actuaciones políticas y los jueces y fiscales a la hora de investigar y dictar sentencias.

Es de suponer que hasta la sede del PP les ha llegado el enorme cabreo de jueces y fiscales por el anuncio de Ruíz Gallardón. Sobre todo porque el aforamiento es percibido por la ciudadanía como un privilegio cuando de lo que se trata es de salvaguarda de poder actuar independientemente, que es el caso de jueces y fiscales.

Pero lo cierto es que España es el único país del mundo que tiene esa figura jurídica del aforamiento y que además se beneficien de ella más de diecisiete mil personas resulta sorprendente. También el nuestro es el único país en el que la figura del Jefe del Estado está protegida por la inviolabilidad, es decir no es responsable de ninguno de sus actos.

De manera que es lógico que los ciudadanos perciban como un privilegio que los políticos estén aforados. Hay quienes creen que estar aforado significa que te libras de la Justicia. El asunto pues da para hacer demagogia sobre todo por esa falta de información. Se olvida que aforamiento no significa impunidad, y que hay ministros que a pesar de haber estado aforados, el último Jume Matas, han ingresado en la cárcel porque han sido juzgados y condenados.

Si un político o un miembro de la carrera judicial comete un delito terminará ante los tribunales y será condenado si es culpable. De manera que estar aforado no significa, insisto, impunidad. Aunque es un asunto con el que se puede hacer demagogia.

Aun así es evidente que si en el resto de los países el aforamiento no existe chirría que en el nuestro haya esta figura. Quizá habría que encontrar la fórmula jurídica para garantizar la libertad de expresión de quienes ejercen la política y amen de garantizar la libertad de jueces y fiscales a la hora de hacer su trabajo, pero sin que ello implique que estén bajo lo que parece un paraguas que es el aforamiento.

De la misma manera que es incomprensible que haya un ciudadano, un solo ciudadano en la Unión Europea, que es el rey de España, que haga lo que haga no puede ser juzgado.

Me parece a mí que está bien que se aborden estos asuntos pero no como cortina de humo para intentar desviar la atención de asuntos verdaderamente relevantes como es de verdad poner coto a la corrupción política y a los privilegios.

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