Opinión

Sin perdón

Independientemente de la suerte judicial que puedan correr los ex miembros del Gobierno de la Generalitat, los ciudadanos de Cataluña intentan regresar a la normalidad aunque en las filas independentistas cunda el desconcierto.

Hay miles de ciudadanos que después de haber sido arrastrados por Puigdemont, Junqueras, la CUP, los Jordis (de la Asamblea Nacional y Omnium), a la rebelión contra la Constitución y su propio Estatuto de Autonomía, ahora no saben a qué atenerse por más que algunos hayan decidido instalarse en una realidad virtual e insistan en que Cataluña ya se ha convertido en una República independiente. El caso es que esos miles de ciudadanos han sido manipulados y engañados por los líderes del PDeCAT, de Esquerra y de la CUP. Les han tomado el pelo. Han abusado de sus ideales y de su buena fe. También todo hay que decirlo de su obcecación, porque creerse que se iba a permitir que Cataluña declarara a las bravas la independencia es tanto como creer en Santa Claus vuela en un trineo tirado por renos para traernos regalos.  

Artur Mas fue quien comenzó toda esta aventura disparatada. Ahora Mas se agazapa detrás de Carles Puigdemont pero él fue el instigador de todo este disparate. Mas, Puigdemont, Junqueras, los líderes de la CUP, contando con el apoyo de Ada Colau y de Podemos, aunque tanto Colau como los líderes de Podemos queriendo quedar bien con todos han quedado mal hasta con sus propias bases. No se puede decir que Cataluña tiene derecho a celebrar un referéndum y apoyar su celebración para a continuación decir que el referéndum no tiene base legal y por tanto no es más que una gran movilización. ¡Menudo ejercicio de cinismo!

Vuelvo al principio, a la desolación de tantos y tantos ciudadanos catalanes que ahora mismo viven en el desconcierto aunque más que desconcertados deberían de rebelarse por haber sido engañados. Los mismos que dicen que han declarado la República catalana ya han decidido presentarse a las elecciones convocadas por el Gobierno de España para el próximo día 21. Es decir están aceptando la aplicación del artículo 155 de la Constitución y por tanto reconociendo que su proclamada República Catalana no existe. Lo peor es que hay gente que se cree a estos políticos aventureros como son Artus Mas, Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y compañía siguen insistiendo en que se presentan para consolidar esa República virtual.

Ojalá los que de buena fe han apostado por el independentismo despierten a la realidad y castiguen en las urnas a este grupo de aventureros sin escrúpulos. No merecen el perdón.

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