Opinión

¿Tic-tac, o tiro-liro...?

Contigo me quería encontrar yo desgraciado!, se encara en plena calle un distinguido ejecutivo con su antiguo compañero de la infancia: me han contado que andas siempre borracho, que te despidieron del trabajo por cocainómano, que dilapidaste el patrimonio de tu familia, que malvives en un cajero… ¿Pero cómo has podido caer tan bajo?, ¿no te da vergüenza?, ¿dónde queda aquel estudiante irreprochable al que yo tanto admiraba de pequeño? Y el perdulario azotacalles, ante tal batería de reproches, se le queda mirando de hito en hito: “No me jodas, tío… ¡y tú con esas gafas, qué!”

Al propio Jehová los ángeles le han salido respondones. Pero los largó del cielo con un par. Y eso que se vio el dios forzado a efectuar duros ajustes: había creado al hombre a su imagen y semejanza (ese día estaba el pobre de resaca), y a la mujer con el ADN del primero (los mal intencionados hablan de que necesitó toda una costilla); luego les permitió a los luzbeles expulsados tentar a la segunda para que, en la seguridad de que iba a picar, darles trabajo y desasosiego por el resto de los siglos… es decir, darles una patada en nuestro culo, que fuimos los descendientes de ambos dos. Para acabar de complicarla, más tarde se arrepintió y mandó a su hijo a rescatarnos. ¡Una coña marinera de cojones! Se lo cargaron, luego vino en sí, luego dictó unos estatutos -mejor hubiera sido haberlo dejado todo manuscrito-, fundó una iglesia, vinieron los copiones, crearon otras, luego se liaron entre ellas… un desastre. ¡Y todo por no perdonar en su día a unos cuantos ángeles que le salieron ranas!

Los del PP, que rezan cada noche desde que llegaron al poder (el resto de España también deberíamos hacerlo) y que conocen mucho la Biblia, debe ser que no quieren cometer los mismos errores que el diseñador del paraíso insostenible. Ellos intentan no expulsar a nadie de sus filas. Prefieren decir que los Fabras, Blesas, Matas, Ratos, Granados, Bárcenas han abusado de la confianza del partido. Pero no quieren crear un anatema. Además ya se sabe, disputan los ladrones y se descubren los robos… El caso es que cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo espanta las moscas (y los votos); y ahora resulta que enarbolando un pasado –casi- sin pecado original proliferan los del piercing, los de las chanclas, los de la coleta, los del tic-tac -¡miedo me dan, ¿y si fuera una bomba que nos tienen preparada?!-, los marca blanca (sin ídem) ilustrados.

Así las cosas, sin atreverse a expulsar a los malos; viendo escapar a los buenos -con el fiscal Torres-Dulce a la cabeza-; contándonos cada día una milonga; sin argumentos para convencernos de su buena intención, transparencia y gobierno: “Ni yo ni ningún dirigente del PP teníamos pajolera idea de la caja B”, pretende acallarnos ahora el señor Registrador, esta vez con cajas destempladas; así las cosas, digo, propiciando el canje de científicos por top manta, de médicos por infectados, de paro por prima de riesgo, y cuando ven correr a los votantes y a los necios, valga la redundancia, tras el señuelo de un simple tiro-liro, o de un soplido entreverado de agujeros -igual que los niños de la fábula corrían tras el flautista de Hamelín-, les chillan desesperados: ¡Y vosotros con esa panda de perroflautas qué! ¡Pues de perdidos al río, qué cojones! ¡Y yo el primero! 

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