Opinión

Bailes y Comparsas en el carnaval de Ribadavia

Desde mediados del siglo XIX el carnaval ribadaviense figura subvencionado por la alcaldía. Sus bailes se celebraban en el Casino, Liceo de Artesanos, Café de Santo Domingo y salones de este ayuntamiento, y su fama traspasaba el ámbito local. El semanario orensano El Heraldo Gallego (1879) reseñaba entonces la deslumbradora hermosura de las hijas de Ribadavia ¡que mujeres aquellas! Ni el disfraz más esmerado consiguió ocultar por completo, la gracia de sus rostros, y se hacía eco de que varios jóvenes de la capital notando la frialdad con que se recibe entre nosotros la aproximación del carnaval, acordaron organizar una tuna y dirigirse a Ribadavia.

El dominical El Avia (1888) con un toque cosmopolita anunciaba: Carnaval con comparsas humorísticas incluyendo las que vendrán de Paris, Londres y la China. Bailes en los regios salones del ayuntamiento Hotel de Ville. El martes 14, grandes y nunca vistas escenas en la Plaza Mayor. El de Piñata será en los salones de la casa café de Santo Domingo.

Ya en el siglo XX las danzas fueron en La Tertulia, Salón Café de Guillermo Touza, El Avia Foot- Ball- Club, ubicado en San Martín, Club Artístico, La Peña y en el Cine España. Los celebrados en El Avia Foot-Ball-Club gozaban de un merecido prestigio, pues junto a su exquisita organización, contaba además con atractivos premios y bailes para los más pequeños. El periódico Noticiero del Avia  (1911) informaba: El jueves concurrido baile de niños en el Avia Foot Ball Club, el espacioso salón resultó pequeño para albergar a tantos príncipes, duques y sultanes. Los liliputienses personajes fueron obsequiados con lindas bolsas de bombones. Y en el entroido de 1913 escribía: Preciosos pendientes de oro a la máscara mejor disfrazada; el lunes desde las 5 de la tarde baile de niños, con premio a la parejita que mejor interprete la muiñeira. Animados asaltos durante estas fiestas en la sociedad “La Tertulia”.

Ese año fue memorable, nos visitó la célebre murga de Carballino “Los Japoneses”, siendo recibidos en Los Ferreiros en olor de multitudes. Acudió el Ayuntamiento en pleno, La Tertulia y El Avia Foot Ball Club; los acompañó La Lira hasta la casa consistorial, donde fueron gentilmente obsequiados. Por la noche en el teatro el anunciado concierto con un lleno total. También se presentó una comparsa de La Veiga que fue cumplimentada por la Corporación  y sociedades.

En 1918 Los Baturricos de Emilio Pousa, inicia una exitosa serie de murgas que se sucederán hasta 1936: Los Pera, caracterizados por su  elegante atuendo; La Guardia Judía, formada por vecinos de La Puerta Nueva; Los Cosacos con su espectacular uniforme y Los Zíngaros, dirigidos por Manuel Estévez “El Flauta”; junto con otras visitantes como Los Trovadores de A Grova y Sampaio y Los Pelotaris de Castrelo de Miño, llenaron de alegría nuestro entroido y fueron por la calidad de su música, la fina ironía de sus letras y una cuidada puesta en escena, todo un reclamo para los forasteros que esos días “petaban” Ribadavia. Al mismo tiempo las sociedades del momento organizaban, el lunes, la tradicional comida de lacón con grelos.

La guerra fratricida supuso un trágico paréntesis en estas celebraciones y en 1937 se suspendieron las llamadas fiestas de carnaval. No sería hasta bien entrados los cuarenta cuando algunos locales, por su especial índole,(…) pero sin autorizar el uso de caretas ni máscaras, tengan permiso para celebrarlos pero no podrán anunciarlos al público como bailes de carnaval, ni introducir en ellos variación alguna que pueda revelar el propósito de conmemorar tales fiestas(…), según rezaba la circular que en 1941 firmó el Gobernador Civil. La fotografía de Chao que ilustra esta crónica nos muestra a un grupo de ribadavienses en la década de los cuarenta, que sin caretas ni máscaras, y sin  propósito alguno de conmemorar dichas fiestas, haciéndole un guiño a don Carnal, antes de ir a los asaltos del Club y de La Peña, posaron elegantes, guapos y divertidos, en el estudio del señor Amando.

Te puede interesar