Opinión

Casado logra maquillar su batacazo del 28-A

Resultó más apasionante la votación final para elegir alcaldes que esa última jornada de la Liga de fútbol en la que, en una serie de encuentros simultáneos, se sentencia los que bajan a Segunda División y los que competirán en Europa. Dos semanas antes del 15 de junio había varios centenares de ayuntamientos en el aire. A dos días eran unas cuantas docenas y la víspera se mantenía muy alta la tensión; pero en la madrugada del sábado, a horas de la votación, se alcanzó un acuerdo entre PP y Ciudadanos para darle poder municipal a Vox, lo que hizo que algunos se acostaran como alcaldes, o alcaldesas, y se levantaran en la oposición. Aun así, en los plenos municipales que empezaban con casi todo claro, hubo muchas sorpresas. Ciudadanos, que debía llevarse en el botín Burgos y Cáceres, se quedó sin esas alcaldías. Pero con tres concejales presidirán Palencia y solo con uno Melilla, desalojando al popular Imbroda que llevaba 18 años de gobierno. Al PP, a quien correspondía Huesca en el reparto, vio repetir al alcalde socialista porque al parecer un concejal de Ciudadanos votó en blanco, aunque su partido lo niega. Un misterio. Pero todo esto no es una quiebra del pacto; son solo fisuras, aunque se refuerza la incertidumbre sobre si algo similar puede pasar en la votación para algún gobierno autonómico, o en las Diputaciones.

España es muy diversa y cada municipio, y cada provincia, un mundo. Pretender dirigir la política y los sentimientos con mando a distancia desde Madrid no siempre funciona, como se ha visto una vez más. El acta de concejal o de diputado se alcanza normalmente a caballo de un partido pero, una vez conseguida, es personal e intransferible. Pactar es muy difícil pero PSOE y los de Rivera compartirán las alcaldías de Albacete, Jaén y Ciudad Real. Curioso.

A la vista de los resultados, podría decirse que Javier Maroto, a quien los malos resultados del 28 de abril dejaron sin acta de diputado por Alava, ha dirigido desde el PP una negociación política muy hábil. Se movió mejor que Ciudadanos que podía pactar a derecha o a izquierda. Maroto cree que los desperfectos pueden arreglarse y anunció ya que su partido iniciará trámites para preparar mociones de censura en los ayuntamientos que, por una u otra razón, se les han escapado. La seriedad parece ausente. La distancia de la política con la ciudadanía se acrecienta con estos espectáculos. No son nuevos, pero cada vez se toleran menos,

En el balance general de los 8.131 municipios españoles, se aprecia que el Partido Socialista, a pesar de haber ganado las municipales en número de votos y ser primera fuerza en muchos sitios, tiene menos alcaldías de las previstas por el hundimiento de Podemos y asociados, salvo en Cádiz y Zamora donde arrollaron sus candidatos. “Más de ocho años en el poder te convierten en un pescao congelao”, estima el alcalde podemita gaditano. Que Zamora siga siendo “roja”, con regidor de Izquierda Unida, resulta insólito.

La derecha recupera el emblema de Madrid y maquilla de forma especial el desplome del PP hace mes y medio. Gran éxito de Pablo Casado. Se consolida como líder de la oposición. La incógnita en la capital es saber qué áreas de poder se han cedido a Vox para allanar sus resistencias. ¿Alguna Junta de distrito? Algunos distritos madrileños tienen más habitantes que una provincia entera. Lo interesante, el discurso de despedida de Manuel Carmena, más preocupada por el clima político español que dolida por la pérdida de poder: “La democracia es un valor enorme que tenemos que cuidar. No podemos seguir insultándonos y lanzando mentiras para alcanzar el poder”. Dios la oiga, porque salimos de dos campañas muy crispadas. 

Solo pensar que podemos meternos en una tercera campaña, si Pedro Sanchez no logra ser investido en segunda votación, estremece. Tal como se acerque, crecerán presiones europeas a Rivera para facilitarla. Pero quedan otras dos finales -diputaciones y gobiernos regionales- antes de esa finalísima. Esto sigue.

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