Opinión

Huida de Cataluña

Un día antes de las elecciones autonómicas catalanas las empresas que han huido en estampida en los últimos dos meses de Cataluña ya son casi 3.100, cifra que crecerá más rápidamente si el jueves ganan los separatistas. Se irán aun sabiendo que en ningún caso habrá independencia, salida de la UE o del protector Banco Central Europeo, sino por el cansancio que genera el nacionalismo que infecta todas las áreas y momentos de la vida. Hace ya varios años que los empresarios extranjeros advierten que, pese a que por su situación geográfica y tradición comercial es quizás la mejor región para invertir en España, Cataluña pierde atractivo por la obsesión de imponer su etnicismo y las tasas y taras que lo alimentan.

Numerosas empresas que tenían Cataluña como meta van a otras zonas, especialmente a Madrid, donde la inversión extranjera ya es casi el doble, aunque digan lo contrario los nacionalistas falseando datos fácilmente comprobables.  Así, el PIB per cápita madrileño en 2016 (32.723 euros) ya era 4.133 euros superior al catalán, y no por “efecto capitalidad” alguno, sino por la descentralización que no impone uniformidad ideológica o impositiva ni, como en el franquismo, inversiones obligatorias en Cataluña y País Vasco.
Otras CC.AA. podrían beneficiarse de la huida de las empresas de una Cataluña que posiblemente resultará política, económica y laboralmente inestable, lo mismo que la Europa continental se beneficia de las instituciones que abandonan el Reino Unido tras el Brexit.

a obsesión nacionalista domina tantas áreas de la sociedad catalana que se mantendrá durante bastantes años; otros territorios deberían ofrecer las mejores condiciones y un gran cosmopolitismo ante el Catalexit empresarial.
Cataluña seguirá inevitablemente en España y la UE pero su atractivo está moribundo, si no totalmente muerto.

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