Opinión

La venda

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, no improvisó cuando propuso apaciguar el independentismo en Cataluña eliminando con una quita la deuda de la Generalitat con el Estado. Hablaba en plural, “creemos”, “pensamos” en el PSOE que todos los españoles deben condonar, de la deuda total de la Generalidad de 75.443 millones de euros, 49.038 millones de euros que pertenecen al Estado, buena parte de ellos dilapidados en actividades independentistas. Un solo ejemplo: cerca de 300 funcionarios independentistas tienen sueldos muy superiores a los del presidente del Gobierno español o de sus ministros. Desde ahí hacia abajo: cualquier recluta de los Mossos d’Esquadra gana más que un sargento de la Guardia Civil.

Con la propuesta de Ábalos resulta que los extremeños, cuyo PIB per cápita fue de 16.666 euros en 2016, deberían pagar parte de la deuda catalana, cuyo PIB del mismo año fue de 27.663 euros. El proyecto fue matizado después por la portavoz socialista en el Congreso Margarita Robles, que dijo que la afirmación era personal, cuando el “creemos” y “pensamos” indicaba que había sido colectiva; ya volverá Sánchez a proponerle a los nacionalistas lo dicho por Ábalos. Aunque Cataluña sea la cuarta comunidad española en PIB per cápita (tras Madrid, País Vasco y Navarra), e insistiendo en el caso de Extremadura, la deuda de cada catalán es la mayor de España, 10.139 euros, mientras que la de cada extremeño es de 3.918. En medio están todas las demás CC.AA. aunque la deuda catalana, que representa el 35,2 por ciento de su propio PIP, es eso sí, algo menor a la de la Comunidad Valenciana, del 41,5, y de Castilla-La Mancha del 36,5.

No importa: endeudados o no, o más pobres, a pagar todos la secesión.

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