El ministro Ábalos apenas tiene algo que hacer en un ministerio inversor que no tiene fondos para invertir ni probablemente los tenga sabiendo como sabemos que los independentistas catalanes le han negado a Sánchez definitivamente el respaldo a los presupuestos. Como los de la secesión son de lo peor que hay, ya han añadido que apoyarán situaciones puntuales que contribuyan al bienestar de los catalanes y las catalanas –y al resto que nos den por donde amarga- en pura sintonía con su ruindad de siempre. Sánchez se ha ido a Marruecos para contar que no irá a las Cortes con esos presupuestos que son los de Rajoy, y lo que tenga que hacer lo hará a golpe de Real Decreto aunque eso en realidad era ayer, impregnado sospecho por el influjo irresistible del cielo africano y la jaima plantada en mitad del desierto. Hoy se ha despertado otra vez al otro lado del Estrecho ya más despegado de la ensoñación muy propia del ámbito de “Las mil y una noches” en el que vive, y se ha percatado de que sigue siendo minoría en el Congreso y más minoría aún en el Senado. Y que es muy posible que de ese modo no se pueda gobernar ni a decretazo limpio. Sugiero al presidente que se lea las andanzas políticas de Luis Sartorius, un sujeto que presidió el Gobierno en el siglo XIX y que gobernó con ese método. Disolvió las cámaras, cerró las Cortes y apeló durante un año al Real Decreto hasta que lo sacó del poder una asonada de las de entonces. La de Vicálbaro para ser más concretos.
José Luis Ábalos no tiene grandes cosas en las que ocuparse hoy en día, porque, o bien las obras en curso las emprendieron otros y ahí se van trampeando como se puede, o bien no tiene cuartos para culminarlas. Fomento sin mucho que fomentar es como un jardín sin flores, una playa sin arena o unas pochas a la riojana sin sacramentos. Como simultanea su cargo de ministro de Fomento con el de Secretario de Organización del partido, se apunta mejor al cargo político y acaba de tirar la piedra y esconder la mano sugiriendo la posibilidad de celebrar un macro domingo electoral el próximo 29 de mayo del año que viene en el que podrían celebrarse elecciones, generales, autonómicas, europeas y municipales. Pobre de aquel al que le toque la encomienda de presidir una mesa. De todos modos, Ábalos dice que puede tocar… o no. Hagan juego, señores. Rueda la ruleta.
