He leído por ahí las declaraciones de varios músicos con cierto predicamento en el panorama creativo nacional a los que persigue la nueva modalidad de censura, hoy presente en la tiranía de la corrección política. Un músico nada sospechoso de defender posiciones conservadoras como Jaume Sisa, afirmaba en esa encuesta que para recuperar la capacidad creadora había que plantearse rescatar las antiguas costumbres y no arredrarse a la hora de incluir en sus letras términos como “maricón” o “gitano”, porque son términos válidos cuyo uso es legal y está permitido, y expresan con la debida propiedad aquello que denominan. La corrección política está demoliendo la creatividad y cualquier hijo de vecino se tienta la ropa y le da cuarenta vueltas a lo que escribe para no herir susceptibilidades… Y aún así –les aseguro que sé lo que me digo y he sufrido con cierta frecuencia sus consecuencias- los que nos dedicamos por ejemplo a escribir, caminamos sobre la cuerda floja y estamos permanentemente a expensas de liarla a cada expresión que escribimos.
He tenido yo un buen amigo y colega guineano al que sacaba de quicio que se utilizara con él el tan socorrido subterfugio aquel de “de color” con el que se le distinguía a cada paso. Él estaba orgulloso con el tono de su piel y se preguntaba qué había de malo en decir que era un hombre negro. ¿De color…? –decía compungido- ¿ yo soy verde, soy amarillo, soy rosa acaso? Pues no, soy negro coño y bien negro” Tenía razón. Hace mucho tiempo que le he perdido la pista pero supongo que la corrección política seguirá tratando de soslayar situaciones que nada tienen de anormal, y son perfectamente normales. De hecho resultan de uso natural para esos propios colectivos para denominarse a sí mismos como dice el propio Sisa.
Yo decididamente no voy a utilizar el llamado lenguaje inclusivo. Porque me parece una cursilería, porque me parece una incorrección lingüística –al menos lo era en mi tiempo- y porque lo considero inútil, pelmazo y reiterativo. Es muy probable que esta negativa me acarree algún problema, pero a la edad que yo tengo, estas cosas ya no me preocupan mucho.
