Opinión

Cataluña, que fuera hace frío

El problema catalán no llegó con la democracia, aunque efectivamante se agudizó. Ahora porque un nefasto Rodríguez Zapatero les prometiera a los catalanes que lo que saliera de su parlamento, lo aceptaría sin reservas. Claro que no sabía que los tribunales están para algo, aunque en Cataluña a veces no se cumplan sus sentencias.

José Antonio Primo de Rivera, que estaba rebotado contra la dinastía reinante por el maltrato al que a su juicio sometió Alfonso XIII a su padre, que se tuvo que exiliar en Francia, dijo: “España es varia y plural, pero sus pueblos varios, con sus lenguas, con su uso, están unidos irrevocablemente en una unidad de destino en lo universal”. A mí, estas palabras me recuerdan al discurso que Mariano Rajoy dio en el Teatro Principal de Ourense, donde fue presentado por Manuel Fraga, y que al escucharlo me dije: “Este acata el Estado de las Autonomías porque le viene impuesto, no por convicción”.

Hace unos días, paseando por mi barrio de A Carballeira, leía una pintada de unos descerebrados que decía: “España é a nosa ruina”. Me gustaría preguntar al autor o autores, separatistas ellos, quién iba a pagar las pensiones de cientos de jubilados gallegos si Galicia se independizase. Eso sólo para empezar.

Cataluña no se va a ir, porque fuera de las Españas hace mucho frío. Y llegamos a esta situación porque Rajoy y su partido político estuvieron esperando a ver si el asunto se pudría, como cuando Franco dijera clarividente que Gibraltar era una fruta madura. ¡Pues tiempo tuvo de pudrirse, pero ahí sigue! Contrabandeando, blanqueando capitales… Ahora a Rajoy le entró la prisa por poner todos los medios coercitivos y tratar de frenar a los separatistas catalanes. Y el PSOE de Pedro Sánchez anda con la milonga del Estado Federal pero todavía no explicó el modelo, pues hay mucho donde escoger por esos mundos de Dios. ¿Cuál prefiere, si es que se sabe, que lo dudo, el alemán, el suízo, el británico, el norteamericano, el mejicano, el brasileiro? Quizá ni él mismo lo sepa. Además, como Rajoy, “tarde piaches”.

Claro que sería una solución un Estado Federal. Para así unir y no separar a ningún pueblo de las Españas. Y que no sean sólo el País Vasco y Navarra quienes tengan una hacienda que recauda sus impuestos y que le da al Estado las migajas, mientras otras regiones españolas, donde sobran autonomías, se las tienen que arreglar como pueden. No el Federalismo asimétrico que propusieron Maragall y Zapatero. Aquí, o jugamos todos o se rompe el balón. Y federar para Cataluña “asimétricamente” es un disparate mayúsculo y un desprecio a los demás pueblos de las Españas. Un Estado Federal con un único ejército, con embajadas únicas, con una Justicia única y no diecisiete, con el respeto a las lenguas propias en igualdad de con el castellano, respetando las costumbres de cada región, ya que la diversidad enriquece y la uniformidad destruye.

En un Estado Federal que respete las singularidades de los Pueblos hay que dejar de lado el “campanario”, que convierte a quienes los practican en sociedades insolidarias. Desde las familias, pasando por los centros de educación habrá de inculcarse el amor a las Españas, sin que ello menoscabe su pertenencia al lugar de nacimiento. Y es norma en la convivencia aquella sentencia de San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Y todo esto dentro de la aldea global en la que nos respetemos los unos a los otros. Por eso decía en el título de este artículo, Cataluña, que fuera de las Españas hace mucho frío. Y donde hay bajas temperaturas, en “Barcelona la bolsa no sona”. 

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