Opinión

Antonio Carreño y Lope

Mi admirado e insigne profesor, Antonio Carreño, ha dado al mundo de la investigación literaria otro de sus impagables estudios sobre Lope de Vega. En este caso, la recopilación de cartas dirigidas al Duque de Sessa, de quien Lope fue secretario y confidente. Al sumergirse en ellas, el lector descubre infinidad de aspectos de la vida del inigualable genio que difícilmente se podrían apreciar con tanto detalle en cualquiera de los textos dedicados a quién tanto sabía, escribía, transmitía, y sin duda sentía. Al margen de los devaneos amorosos, seducciones y aventuras de diversa índole, y también por ello, la vida del Fénix de los Ingenios, o monstruo de la naturaleza, tal y como le definió Miguel de Cervantes, es una de las biografías más interesantes que pueden conocerse. 

A ella se suman estas cartas que nos regala Antonio Carreño, y que detallan fielmente la historia del momento, las inquietudes que se repiten en el tiempo, las pequeñas y grandes cosas que llenan la vida de las gentes con todo lo que conllevan, las críticas generales que nunca faltan, e infinidad de luces y sombras de una época que comúnmente, pero sobre todo en determinadas élites y clases sociales, nada tenían de pacatas. El libro, con el que todavía estoy, es de lectura obligada y muy amena. En el, quién lo lee, testigo subjetivo, se interna por los recovecos que se iluminan para el placer de la mente. “Lope de Vega – Cartas”, editado por Cátedra, nos ofrece una estimulante aventura no solo a través de los hechos que trata, sino también a través de un lenguaje maravilloso que nos retrotrae a un mundo desaparecido en el que las palabras cobraban auténtico significado y contenían una belleza profunda. 

Lope de Vega era un ser privilegiado capaz de convertir lo más cotidiano en lo más extraordinario. Y quien ha tenido el placer de interpretar alguna de sus obras o leído muchas de sus narraciones y poemas, puede decirse que también lo es. Noches de verano en la Quintana de Santiago. Las pétreas escalinatas habitadas por sus personajes inolvidables: “Ya tu ganado, olvidado, / sin dueño va por el prado: / ¡tú no la tienes de mí, / y yo, muriendo por ti, / lástima tengo al ganado!”. Felicitaciones de modo muy especial al profesor Carreño, y por supuesto recomendar este libro en el que se encuentra de todo, y todo sugestivo. Un gran tesoro.

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