Opinión

La biogenética

Qué vulnerable es el ser humano! Es como un delicado saquito de piel sensible y un tanto peluda, que guarda dentro, fielmente ordenados, los componentes de un mundo de tesoros que hacen posible la vida. Tesoros con los que se puede ver, oír, gustar, oler y tocar, todo ello regido por una pequeña masa llamada encefálica, en la que mora un misterioso ente que ordena y manda, pero que no siempre es infalible. De ahí el que tantas veces se hierre y se caiga en todos los sentidos una y otra vez. Vulnerable en lo físico, el ser humano en tiempos de peligro o prevención, se cubre con metales y otros elementos que lo acorazan como si de una tortuga se tratase para preservarse de la agresión, cualquiera que esta sea, facilitándose armas para la defensa. Y vulnerable en lo moral. Por eso trata de reforzar al máximo sentidos que no ve pero que sin embargo experimenta y a veces llama conciencia y otras veces ética.

También existe la elasticidad, por supuesto. Pero, claro, la torpeza natural unida a la exposición a las mil y una enfermedades, propicia los caprichos negativos del azar y sus dolorosas consecuencias. Para uno de los puntos citados, están las leyes; y para el otro, está la ciencia, con mayúsculas. Precisamente, gracias a la investigación (es tan importante para el desarrollo de los países), se proyecta la fabricación de vendas con grupos celulares biológicos, los cuales estarán guiados por una corriente continua. Esta extraordinaria ingeniería de tejidos que supone un avance sin precedentes en la creación de los vendajes inteligentes, se lleva a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Berkeley en California (EE.UU.) y cuyos trabajos han sido publicados en la revista Nature Materials. Dichos experimentos no tratan solo de vendajes.

La investigación biogenética que se realiza, entre otros, por el método de la combinación de las células, sirve ya para sustituir diversas funciones biológicas, como la creación de huesos humanos para trasplantes, o la regeneración de los tejidos. Hay tantas cosas que remediar de las que aún se ignora todo, que la investigación se convierte en la esperanza de quienes las padecen. Como dice el filósofo, la ciencia es un gran bien para la humanidad. Ojalá toda ella pueda participar de estos prodigios. Que prodigios son para los profanos en materias tan esenciales.

Te puede interesar