Por desgracia hace unos años, debido a la ignorancia sobre el conjunto de síntomas cognitivos anómalos conocido como síndrome del sabio o Savant, las personas con este síndrome no recibían las atenciones que hoy día se les dedican gracias al avance de la investigación. Me refiero a los llamados autistas, de los cuales se ignoraba qué era lo que producía sus extraños comportamientos. Hoy se conoce que muchos de ellos poseen impresionantes habilidades mentales. Los amantes del cine que hayan visto “Mercury Rising” (Al rojo vivo), interpretada por Bruce Willis y Alec Baldwin, verían como el personaje del niño autista, con sus dotes digamos que ocultas, es capaz de poner en jaque a todo un mundo del espionaje. La película muestra muy bien que una persona con esas limitaciones para comunicarse con su entorno tiene en cambio unas capacidades especiales escasas en los individuos llamados normales. Otro ejemplo cinematográfico es “Rain Man”, con Dustin Hoffman y Tom Cruise, éste último hoy triunfante en las carteleras del mundo. En este film se puede contemplar el poder matemático del personaje de Hoffman en los casinos, pese a sus incapacidades físicas, mentales o motrices. Todo esto es precisamente lo que pone de manifiesto la tesis propuesta por el investigador Darold Treffert sobre las personas con trastornos de alteraciones mentales referentes al neurodesarrollo y espectro autista. El síndrome ya fue descrito en 1789 por Benjamín Rush. Desde entonces el síndrome Savant es algo fascinante para los científicos y para todos los que se interesen por el tema. Sin embargo, después de tanto tiempo de dedicación por parte de los estudiosos del cerebro no se ha encontrado una explicación que desvele el misterio que rodea el síndrome. Pero como siempre digo al escribir sobre estos asuntos, no nos es posible internarnos en ellos por la falta de conocimientos científicos. Entramados que sólo los estudiosos pueden desentrañar. Pero sí podemos transmitir los resultados que ellos divulgan, como es el hecho de que estas personas se caracterizan por tener una memoria prodigiosa profunda pero con dificultados para utilizarla, la extraordinaria comprensión de la escultura, la pintura y la música, su poder para retener calendarios enteros y datos referentes a cada uno de esos días. Ellos son arcanos de una mente maravillosa
