Opinión

¿La vida es sueño?

Entre la fascinación que experimento leyendo y releyendo a Borges, siempre me detengo en el “El Aleph” y en ese “Ajedrez”, cuyas tres últimas estrofas conducen al pensamiento a un límite imposible. “(…) No saben que la mano señalada / del jugador gobierna su destino, / no saben que un rigor adamantino / sujeta su albedrío y su jornada. / También el jugador es prisionero / (la sentencia es Omar) de otro tablero / de negras noches y de blancos días. / Dios mueve al jugador, y este, la pieza. / ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza / de polvo y tiempo y sueño y agonía?” 

A esta misteriosa reflexión a la que nos invita Borges, se unen algunos cosmólogos y científicos, los cuales no dudan en exponer su teoría sobre la posibilidad de que estemos siendo objetos dentro de una simulación computarizada gigante. O sea, que vivamos dentro de un universo experimental. Nuestra mente se niega a admitir tal posibilidad. Pero, querido lector, sea sincero y confiese si alguna vez en su vida no ha pensado que al igual que se contemplan las idas y venidas de los habitantes de un hormiguero, ¿no haya algo, alguien, que nos observe y dirija? 

Bueno, se dice usted, ¿cómo va a ser posible semejante barbaridad? Somos reales, nos vemos, nos queremos, somos buenos y malos, damos la vida y desgraciadamente a veces la quitamos, pero con todo, nos afanamos en mejorar la sociedad. Pero por otro lado, se está en un momento inimaginable hace unos años. Si se piensa en el extraordinario avance logrado en computación y tecnologías de la información, la creación de juegos de increíble realismo que se manipulan al antojo, y la realidad virtual con la que se puede crear lo que se quiera y hacer ver lo que no existe, ¿cómo diferenciar entre la realidad y la ficción? 

Elon Musk, famoso por ser el fundador de PayPal, Tesla Motors, Hiperloop, The Boring Company y SpaceX, presidente de SolarCity y copresidente de OpenAl, declaró que las probabilidades de que estuviéramos viviendo en una realidad objetiva eran de “una en mil millones”. En la misma línea opina Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, de Estados Unidos, respaldado por Ray Kurzwell, considerado el gurú de las máquinas inteligentes. Pero volvamos a Borges, su ajedrez y a usted, querido lector. ¿A su parecer todo es realidad o vivimos dentro de un sueño ajeno?

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