Opinión

Mundo sorprendente

Va a haber que buscar en los sótanos, detrás de las paredes, debajo de tejas y coles, y entre los nidos de ratas o macizos de flores. Nadie sabe quién o quiénes serán los guardadores del tesoro que la mayoría de las personas desean. Un tesoro de joyas y monedas de oro contantes y sonantes que propicien comprar el bienestar, que no la felicidad. Aunque como ya dice el saber popular, el dinero no da la felicidad pero ayuda a ella. O eso de que las penas con pan son menos penas, aunque los ricos también lloran. La verdad es que cada quien siempre espera recibir un día una herencia de un familiar lejano residente en un país remoto. Son deseos que seguramente no sucederán nunca. ¿O sí? 

Todo puede ser posible si se tiene en cuenta que de vez en vez se descubre bajo las aguas o en lugares impensables maravillas y documentos históricos. Por ejemplo, en galeones hundidos en las profundidades del mar, algunos de ellos actualmente en litigio para saber en realidad a quién o qué país pertenecen según el lugar del hallazgo y la nacionalidad de la nave. Ahora se ha encontrado otra de esas excelencias enterrada bajo el teatro Cressoni, en Como, Italia. Esa riqueza correspondiente a finales del Imperio Romano se encontraba dentro de un ánfora y se valora en más de un millón de euros. Según el ministro Alberto Bonisoli, la zona en la que se encontró la citada ánfora está muy cerca de la antigua ciudad Novum Comum y es muy importante para la arqueología, ya que se supone que allí, durante la invasión, los pudientes escondían sus riquezas con la intención de rescatarlas después de haber pasado el peligro. 

Así, mis queridos lectores, nunca pierdan la esperanza. A lo mejor, en su tejado hay una pieza de oro como la que cuenta la leyenda que existe en los altos de El Escorial. O quién sabe si lo de la lámpara maravillosa no es un cuento, mito o símbolo, y cualquier anticuario la tiene en su establecimiento sin saberlo. Pero si la encuentra, ojo con las peticiones, que no todo lo que se desea puede ser para bien. ¿O sí? Nunca se sabe. En este mundo sorprendente todo puede suceder, incluso hacer realidad los sueños. Sin embargo aunque no se realicen no es malo soñar. Ahora ya los sueños no son solo sueños, créanme. Y al fin y al cabo solo se avanza en la vida si se cree en uno mismo, y se tiene valor y tesón para perseguirlos.

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