¿Será verdad, queridos lectores? ¿Será verdad, como asegura la noticia, que los japoneses se han puesto manos a la obra y han logrado una pastilla que cura la gripe en 24 horas? Es tan maravillosa la novedad, que cuesta creerla. Al parecer, con una sola dosis, problema resuelto. La gripe. Algo que parece tan simple pero que hace la vida imposible a quien la padece. Y que últimamente, oiga, por lo menos dura un mes en irse, o más, porque si ancla de verdad no hay quien la eche de encima.
Oídos, pecho, nariz, garganta, bronquios… Un cuadro de comedor y un auténtico calvario que el gigante farmacéutico japonés, Shionogi, tras diez años desarrollando la citada pastilla, va a dar por terminado. Congratulaciones. Hay que decir que esta compañía farmacéutica ha creado también medicamentos para paliar el VIH. Recientemente The Wall Street Journal recogía unas declaraciones del presidente ejecutivo de Shionogi, Isao Teshirogi, en las que decía que el citado fármaco bloquea el virus de la gripe, con lo cual éste no se adueña del complejo celular del cuerpo humano. Y aunque la cosa se supone que es más compleja, el griposo no necesita más explicaciones, porque lo importante es la efectividad y poder decir: ¡adiós, gripe, adiós!
Y es que el mundo está lleno de noticias nefastas pero también de noticias que agradece el corazón. Y ya que estamos buceando en las buenas nuevas y el corazón, créanme, tenemos que amarlos, tenemos que amar a los perros que tanto servicio hacen con su cariño sin límites y con las suficiencias de algunos de sus sentidos, superiores con mucho a los del humano. Me refiero concretamente a su olfato, que es lo que ahora nos ocupa. Pongan atención, queridos lectores, porque merece la pena. Cini es una perrita extraordinariamente inteligente que se ha convertido en la primera entrenada en España para detectar cambios de la glucosa en sangre de enfermos de diabetes. Cambios que pueden devenir en graves. Cini, según la noticia, ha sido adiestrada para tal misión en el centro especializado Canem, de Zaragoza.
Y para más información y agradecimiento a estos nobles animales hay que recordar que también fueron los perros quienes ayudaron de alguna manera a Claude Bernard, al gran descubrimiento de la insulina. Pero Cini no está sola, no. Otros ejemplares se preparan ya para detectar la temida enfermedad.
