Opinión

Sin bajar la guardia

Una de las fotografías favoritas del incombustible Aloysius nos muestra a un desafiante y pletórico Muhammad Ali de pie sobre el cuadrilátero retando a su rival para que se levante y continúe el combate. Sobre la lona, desmadejado como un guiñapo, el ataño campeón de los pesos pesados Sonny Liston, acaba de ser derribado por un golpe certero conocido a partir de entonces como “el gancho fantasma”. Era el 25 de mayo de 1965. Apenas 9 años más tarde, el 30 de octubre de 1974, el boxeador estadounidense nacido como Cassius Clay también mandó a la lona al campeón del mundo George Foreman en otro combate para la leyenda, “la pelea de la selva”, patrocinada por Mobutu Sese Seko, a la sazón presidente de la efímera República del Zaire, hoy en día República Democrática del Congo.

Traemos a colación estos recuerdos boxísticos porque poco tiempo después, en 1976, en aquellas regiones africanas se desataba el primer brote de fiebre hemorrágica causado por el virus Ébola-Zaire. Fallecieron entonces 83 de cada 100 infectados, una cifra espeluznante. Sería en el año 2014 cuando esta enfermedad se puso nuevamente de actualidad al afectar a diversas naciones de África Occidental, iniciándose en Guinea-Conakry y extendiéndose por Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Si bien este brote llegó a ser controlado por las autoridades sanitarias de este último país, en los demás la enfermedad dejó un reguero de cadáveres y puso en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España se declaró el primer caso ocurrido fuera de África, Teresa Romero, una de las auxiliares de enfermería encargada de los cuidados de los misioneros españoles de la Orden de San Juan de Dios que enfermos de Ébola fueron repatriados para morir en el Hospital Carlos III de Madrid.

Con las enfermedades infecciosas, y con este tipo de patología en particular, no debemos bajar la guardia. Debido a sus especiales características se llevan por delante las vidas de la mayoría de los pacientes infectados. En pleno siglo XXI, la mejor defensa ante esta amenaza para la salud siguen siendo las medidas preventivas, a pesar de que a finales de diciembre de 2016 los medios de comunicación se hacían eco del éxito conseguido por una vacuna probada en Guinea con más de 11.000 personas y con una eficacia demostrada del 100%. Apenas hace unas semanas, en el agosto de 2018, las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo iniciaron una campaña de vacunación en la provincia de Kivu del Norte, una zona tradicionalmente castigada por el Ébola. A la par, en nuestro país, empleando las más modernas técnicas de microbiología e inmunología, los investigadores tratan de obtener una vacuna universal efectiva frente a todas las variantes de este virus letal. Mientras estos avances van cuajando, nos conviene mantener bien alta la guardia para salir airosos de ese combate diario que desde hace siglos seguimos manteniendo contra las enfermedades infecciosas.

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